Las tareas que definen un puesto de trabajo
Cada puesto se desglosa en distintas actividades y tareas, que se encaminan a la consecución de determinados objetivos alineados con la estrategia de la empresa. El perfil del candidato ideal es aquel que aporta soluciones a las carencias que se plantean o a las necesidades que se tratan de cubrir. Por eso, la persona idónea es la que:
- Presenta las competencias necesarias para desarrollar las actividades asociadas al puesto de trabajo vacante.
- Tiene la aptitud, y actitud, para hacer frente a las situaciones que cada día se le plantearán en esa posición.
- Está abierta al aprendizaje, ya que deberá seguir adquiriendo conocimientos y desarrollando habilidades de manera continua.
- Es capaz de trabajar en equipo y no tiene problemas de comunicación.
Para lograr este objetivo, el proceso de selección no puede tener la rigidez de las búsquedas de candidatos que se estilaban hace unas décadas (y que en muchas organizaciones se siguen utilizando). Esa recogida de currículums y las entrevistas - monólogo donde se pedía al interesado que recitase de memoria el contenido del mismo son una pérdida de tiempo y no conducen a nada bueno.
Lo importante de verdad es el contenido, pero con esto nos referimos al individual, a lo que la persona que tenemos delante nos puede aportar, a su potencial, a sus ganas y a sus habilidades, conocimientos, capacidades y experiencia. Hay que saber encontrar el valor que el candidato puede aportar a la organización.
La importancia de la etapa de capacitación
Tras el reclutamiento efectivo hay que comenzar una labor de integrar al nuevo miembro del equipo en su entorno y en su puesto. La formación y la información son clave en este momento del proceso, y de ellas dependerá el éxito del reclutamiento. Es a partir de ahí cuando el perfil elegido demostrará que puede aportar a la empresa ese valor que se intuía cuando se seleccionó al candidato entre otras opciones.
Y, por último, no puede perderse de vista que otra necesidad en cualquier empresa es retener el talento, para lo que habrá que diseñar la estrategia adecuada, que se aleje de la improvisación y provea resultados efectivos.