
Cursos, webinars, plataformas web y, por supuesto, fondos de financiación para emprendedores sociales continúan proliferando a la vez que esta tendencia toma fuerza entre los nuevos empresarios. El emprendimiento social no es lo mismo que una Organización No Gubernamental (ONG), pero tampoco se trata de una empresa al uso. Quienes ya lo conocen se han sentido seducidos por sus motivaciones y desafiados por sus metas, no han podido resistirse a la necesidad de volcar sus conocimientos, sus habilidades y sus contactos en impulsar el cambio, con la vista puesta en una realidad mejor.








Muchos emprendedores y hasta algunos empresarios experimentados piensan en un servicio o un producto para posteriormente pasar al procesar tramites, licencias, altas, incorporación y demás requisitos necesarios para abrir un negocio, generalmente esto resulta en gastos innecesarios, antes de tiempo y por lo regular no recuperables.











