Delegar es uno de los aspectos críticos para cualquier profesional que tiene un equipo a su cargo (ya sea un mando intermedio o un directivo). De hecho, es una pieza fundamental para construir un liderazgo enriquecedor y capacitador para los profesionales que estén a su mando. Delegar, más que una capacidad o acción de liderazgo es, por así decirlo, el liderazgo en sí.

Los mandos intermedios son la clave del éxito de cualquier organización. ¿Cuántas veces se ha hablado de la soledad del mando intermedio? Su función, que está a caballo entre el ámbito operativo y el estratégico hace que, a menudo, tenga un sentimiento de desapego, ya que no se identifica con ninguno de ambos ámbitos.

Ser directivo es una gran responsabilidad, ya que el rumbo que tome una empresa será determinado en gran medida por las decisiones que tomen quienes la dirigen. La importancia de los directivos ha aumentado en estos tiempos en que las empresas están en un ambiente más cambiante que nunca.

Las competencias directivas son clave para potenciar la competitividad. El Éxito Empresarial no sólo depende de una estrategia, sino también de su adecuada implantación. Son muy importantes tanto el “qué” se pretende alcanzar, como el “cómo” se quiere conseguir. Es en este punto donde surge el término de Dirección por Competencias en contraposición a la Dirección por Objetivos.