Abrir un negocio en Reino Unido o Francia y residir en España?


Por: Andrea Barragán

De acuerdo al informe 'Doing Business 2013' elaborado por el Banco Mundial y que muestra un ranking de países en cuanto a facilidad para abrir un negocio, España se sitúa en el puesto número 136 de 185 países analizados. Esto significa que aquí es más difícil crear una empresa que en otros países menos desarrollados tales como Zambia o Camerún. El estudio, igualmente, señala que se necesita una media de 10 trámites y 28 días para iniciar un negocio.

Además, otra de las limitaciones para el empresario en el momento de abrir una SL es el desembolso del capital social, aproximadamente 3.000 euros, un montante que en el caso de países como en Francia o Reino Unido es inexistente. Estas dificultades pueden hacer que el profesional se plantee crear su empresa en el extranjero. Pero, ¿se puede hacer?

Establecer una SL sin residir en el país

En este punto, hay que dirigirse a la 11ª Directiva del Consejo de Europa (89/666CE) que básicamente da a entender que cualquier ciudadano europeo puede crear una empresa en el Estado miembro que elija sin tener la obligación de fijar allí su residencia.

Con este texto legal como baluarte, el emprendedor puede comenzar a valorar si le conviene más arrancar su SL en un país como Reino Unido, cuya puesta en marcha completa le llevará una media de 13 días (aunque puede hacerlo en tan sólo 3h en muchos casos), según el mencionado informe; o en Francia, donde en una semana puede estar lista su sociedad mercantil.

Abrir un negocio en Reino Unido. Principales aspectos

Resulta llamativa la cantidad de compañías que ofrecen servicios de asesoramiento para establecer en Reino Unido una LTD (Limited Company, similar a la SL). Una de ellas es St.Matthew. En su página web se apresuran a nombrar las ventajas de implantar la empresa en el país: bajo nivel de burocracia y sin requisitos de capital, tasas bajas del Impuesto de Sociedades (22-28%) y flexibilidad para la deducción de gastos. No en vano, se encuentra en la posición 19 del estudio llevado a cabo por el Banco Mundial

Desde el portal del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España sostienen que “Reino Unido cuenta con un régimen empresarial, abierto y amistoso para fomentar la formación de nuevas empresas” e insisten en que “la constitución de sociedades es un procedimiento sencillo”, ya que tan sólo es necesario presentar tres documentos ante el 'Companies House': la Escritura Pública de Constitución, los Estatutos de la Sociedad y el formulario IN01.

El registro oficial mercantil británico, de esta manera, establece que registrar la sociedad en el plazo de 8 a 10 días tiene un coste de 40 libras, mientras que si se desea en 24 horas habrá que pagar 100 libras. Hacerlo vía online, por su parte, costará solo 15 libras.

Abrir un negocio en Francia. Principales aspectos

El país vecino presenta, también, enormes atractivos para montar un negocio. Al igual que sucede en Reino Unido, a la hora de crear una Sociedad Limitada tampoco se exige un mínimo de capital social. Además, los trámites fundamentales para la creación de empresas se han simplificado ostensiblemente gracias a la implantación de “Ventanillas Únicas” que permiten realizar todas las gestiones a través de Internet. Este hecho posibilita que la empresa pueda quedar registrada en tan sólo unas horas.

Otro aspecto digno de mención es la cuota de autónomos que está obligado a pagar el administrador de la propia compañía. En Francia no se paga una cantidad fija, como ocurre en España, sino que va en función de la facturación. Así, se calcula aplicando un 12% en las actividades comerciales, un 21,3% en los servicios y un 18,3% en las profesiones liberales.

Por su parte, en el territorio español, si se exceptúa la denominada “tarifa plana” de 50 euros de la que se beneficiarán todos los nuevos autónomos durante sus seis primeros meses de actividad, hay una cuota fija mínima a pagar de 261 euros, independientemente de tener ingresos o no.

Está claro que siempre hay una letra pequeña que leer con detenimiento (y probablemente en Francia y Reino Unido no sea todo perfecto), pero si España desea ascender posiciones para el próximo ranking de 'Doing Business', aún tiene mucho camino por delante.

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