Uno de los ejemplos más conocidos de crowdsourcing probablemente sea Wikipedia, que se constituyó bajo esta filosofía: beneficiarse del trabajo intelectual de las multitudes.
¿Cómo funciona?
Crowdsourcing no es un término que esté muy extendido aunque cada vez son más las empresas que recurren a esta herramienta. Una de las plataformas on-line más populares de España en esta materia, adtriboo, explica su funcionamiento en tres sencillos pasos:
Di que necesitas y cuánto quieres pagar.
Empieza a recibir propuestas.
Elige la que más te guste.
Básicamente, la empresa que necesite del talento creativo de los usuarios (ya sea un logotipo, diseño web, etcétera) ha de subir su proyecto a cualquier plataforma de crowdsourcing y esperar a que los interesados en el mismo comiencen a enviar sus propuestas a la web. Posteriormente, la empresa elegirá la que más se adecue a sus necesidades, cuyo creador obtendrá la cantidad económica previamente establecida.
Ventajas del crowdsourcing
Esta práctica posee numerosas ventajas para las empresas, sea cual sea su tamaño, ya que supone mayor número de soluciones en un menor tiempo. Así, algunos beneficios del crowdsourcing son:
La gran cantidad de propuestas que se reciben, muchas de ellas de alta calidad.
Disminución de los costes. El crowdsourcing se alza como una interesante opción sobre todo para pymes y start-ups, por la relación calidad-precio que le caracteriza.
Generación constante de ideas innovadoras.
Satisfacción para la empresa, pues la propuesta seleccionada puede ser incluso mejor que la que se esperaba.
Obtención rápida de resultados.
Finalmente, el uso del crowdsourcing es asimismo aconsejable para la realización de campañas de marketing pues, ¿quiénes mejor que los propios clientes para orientarnos sobre los defectos y virtudes de nuestro producto?