La definición de una Misión viene determinada, entonces, por una serie de aspectos que perfilarán la razón de ser de su empresa. En esta línea, hay que detallar qué es exactamente su negocio y a lo que aspira de forma muy específica y enumerando las actividades abarcadas. Además, debe incluir las características que hacen que su empresa sea diferente a las demás. Todos estos elementos deben ser formulados en términos muy claros y en una sola frase.
Una buena Misión debe responder al “qué” y al “cómo” de la empresa y ser memorizada por todos los miembros de la misma.
Respecto a la Visión, hay que tener en cuenta que hace referencia al “querer ser” de la compañía y no a lo que es, como es el caso de la Misión. Así, se trata de una mirada al futuro, de una exposición de intenciones que refleja la respuesta a la pregunta “¿qué queremos ser?”.
La visión debe incluir un objetivo específico y claro a alcanzar a largo plazo y debe establecer el camino a seguir para lograrlo. Una correcta Visión debe ser realista y posible, consistente y alentadora. Además, debe ser formulada por las personas encargadas de dirigir la empresa y ser difundida tanto externa como internamente.
Como la Misión, la Visión tiene que ser una frase concisa, fácil de ser aprendida e interiorizada por todos los miembros de la compañía.