Este es el espíritu de Mingles, una startup puesta en marcha en 2014 por Amanda Wolffenbuttel y los hermanos Gabriel y Andrés Pazos. Los fundadores tenían claro que la mejor manera de aprender y practicar un idioma es charlando y, de esta manera, decidieron crear pequeños grupos de conversación que estuvieran conducidos por un profesor nativo.
Esta plataforma colaborativa, además, se apoya en la posibilidad de que el alumno valore su experiencia en Mingles mientras recibe un seguimiento online de su desarrollo y evolución en los niveles de conversación en los que participa. De este modo, Mingles compone una red social que se materializa fuera del entorno online.
El precio es otro de sus atractivos, ya que por 10 euros el alumno puede asistir a la sesión que más le convenga y, además, incluye una bebida.
Mingles, por tanto, busca ofrecer una formación social que proporciona gran flexibilidad tanto a alumnos como a profesores, en comparación con la rigidez de horarios de las academias tradicionales.