Qué relación se puede establecer entre la inteligencia emocional y el liderazgo?
Una persona puede hacer uso de su inteligencia emocional cuando llega a conocer sus propias emociones, aprende a controlarlas, tomando en sus manos los posibles efectos, porque sabe que sus emociones tendrán un impacto en el equipo que lidera.
Un buen líder en uso de su inteligencia emocional es:
Empático.
Utiliza sus emociones positivas para establecer relaciones interpersonales sólidas.
Trabaja en la construcción de la confianza entre los miembros de su equipo.
Facilita la creación y mantenimiento de un ambiente de trabajo donde se comparten ideas, se aprende de otros, y existe una tendencia natural a la toma de decisiones grupales.
Un buen líder además de todo esto debe tener un conocimiento técnico adecuado, no todo es carisma y buena disposición, pero para el logro de objetivos de forma eficiente es importante la creación de ese ambiente que descrito anteriormente.
Un buen líder debe también trabajar los cuatro dominios de la inteligencia emocional:
Conocer sus propias emociones. Esto implica el autoconocimiento, saber cuáles son las fortalezas y debilidades de uno mismo como líder, ser consciente de sus propias emociones y valorar como éstas influyen en otros.
En este dominio se incluyen varias de las competencias más importantes para el liderazgo en una organización:
Debe aprender a controlar las emociones y los impulsos que puedan generar conflictos en el grupo.
Un líder debe ser responsable, íntegro y honesto.
Un líder debe saber adaptarse a los cambios, debe ser flexible.
Un líder debe buscar la excelencia.
Debe tener iniciativa
Ser optimista.
Conciencia social.
Capaz de ser empático.
Capaz de percibir el sistema de toma de decisiones dentro de un grupo, así como la forma de funcionar del mismo.
Debe saber reconocer las necesidades de sus empleados así como de los clientes.
Gestión de las relaciones.
Un líder debe saber inspirar a sus empleados.
Debe saber persuadir.
Un líder se preocupa por desarrollar a los miembros de su personal.
La inteligencia emocional de un líder se nota en la forma que alienta la aceptación de los cambios cuando son necesarios.
Tiene que ser un gran negociador.
Debe aprender a formar equipos que sean eficientes, y a motivar la cooperación dentro y entre ellos.
Un líder se puede hacer, es un proceso laborioso de desarrollo en las distintas áreas de la inteligencia emocional que le lleven a desarrollar un estilo exitoso de liderazgo.
¡Es el momento de ser ese líder que su empresa necesita!