Toda dirección de empresa debe ir unida a cuatro elementos:
Planificar. Diseñar las estrategias adecuadas con vistas al logro del objetivo.
Organizar. Coordinar las distintas herramientas que posee la empresa (recursos humanos, económicos o físicos) para alcanzar el fin previsto.
Motivar. Motivar al personal es primordial para un buen funcionamiento de la compañía.
Controlar. Velar porque los planes y procesos estén siendo cumplidos.
¿Por qué es importante la dirección empresarial?
La tarea del directivo no es fácil y no tiene por qué estar relacionada con la actitud autoritaria que erróneamente se suele asociar a su figura.
Dirigir implica asegurar que los empleados cumplirán con sus funciones de elaborar el producto o servicio de modo eficiente.
Dado que el directivo es el encargado de analizar el mercado en el que se mueve la empresa, a él le corresponde la organización y adaptación de la compañía a los cambios en el entorno de la misma.
El directivo asume el de intermediario entre los propietarios de la compañía y los recursos productivos.
Las claves de una buena Dirección de Empresa
Antes de dirigir equipos hay que saber dirigir personas y, por ello, es indispensable crear un entorno laboral adecuado, implantar canales de comunicación en la empresa y conseguir que los trabajadores hagan suyos los objetivos de la compañía.
El beneficio son los clientes. Un buen directivo debe crear un producto pensando en las necesidades de los consumidores y no en el beneficio económico. Hay que tender hacia la satisfacción del consumidor.
Saber delegar. Si quiere ser el mejor directivo, debe aprender a delegar el trabajo específico a personas especializadas para poder centrarse en Mejorar la Productividad Desarrollando las Competencias Profesionales.
Motivar a sus trabajadores. Como se ha señalado anteriormente, que el empleado esté contento es crucial para que desempeñe correctamente su trabajo. Le invitamos a leer nuestro artículo sobre teorías de motivación en la empresa
Tener una visión estratégica, delegar, motivar, innovar y el aprendizaje constante son características que hay que tener siempre presentes para dirigir de forma apropiada y ganarse el respeto de los subordinados.