'Una red franquiciadora tiene un saber hacer de éxito, que funciona y tiene aceptación en el mercado; ofrece apoyo y formación inicial y continua; campañas de marketing, promociones; proveedores que ofrecen mejores precios al franquiciado por economía de escala; control logístico...', cuenta Xavier Vallhonrat, presidente de la AEF.
Por eso no es de extrañar que la franquicia sea un modelo de negocio atractivo para cualquier emprendedor. Sin embargo, según ha explicado Vallhonrat a Pymerang 'es importante que éste tenga muy claro que si apuesta por emprender en franquicia, se va a convertir en empresario, que ha de trabajar mucho, como en cualquier otra modalidad de negocio'.
En su opinión, 'es un error pensar que al ser una franquicia, el franquiciador le dará todo hecho, pues es el propio franquiciado quien habrá de gestionar su negocio'. Si se tiene todo esto claro, ya se puede empezar a hablar de emprender con una franquicia. El directivo nos resume el proceso en seis pasos:
Autoevaluarse. Cualquier persona que quiera montar una franquicia ha de pararse a analizar qué sector de actividad le gusta, de cuánto dinero dispone para afrontar la inversión, en qué zona querría ubicar su negocio, etc.
Seleccionar. Una vez elegido el sector en el que quiere operar, habría de hacer un estudio del mismo para conocer su situación actual, redes que operan en el mismo, cuáles están consolidadas y cuáles están empezando, la inversión que requieren…
Contactar. Es muy recomendable contactar con varias marcas de un mismo sector y entrevistarse con el franquiciador para conocer toda la información y la realidad de las mismas. Por ley, el franquiciador está obligado a facilitar información precontractual de la enseña 20 días antes de la firma del contrato, que el candidato ha de estudiar a fondo.
Visitar a otros franquiciados. Es muy útil hablar con otros franquiciados que ya estén funcionando con la marca seleccionada para saber cómo les va, su relación con la central o los apoyos que tienen.
Asesorarse. Antes de firmar el contrato hay que hacer un detallado estudio de mercado sobre la marca elegida, acudiendo a diversas fuentes como el Registro de Franquiciadores (que depende de la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía y Competitividad), la propia AEF, consultores de franquicias asociados a la AEF, acudir a ferias de franquicias, portales de Internet especializados en franquicia, Registro Mercantil, etc.
Firmar. A la hora de firmar el contrato, que es recomendable que lo haya revisado un experto, lo ideal es no tener ninguna duda antes de sellar la relación contractual que unirá al candidato con la marca elegida. Es, por tanto, aconsejable ponerse en manos de profesionales en la materia (asuntos legales, de contrato, de conocimiento del sector, de la marca...). Con esta figura al lado, el camino es mucho más llevadero y se evita cometer errores.