Algunos motivos principales que pueden llevar a emprender con más de 45 años pueden ser:
- La situación sobrevenida de desempleo: que obliga a pensar en el autoempleo como única alternativa en casos en que parece imposible volver a ocupar un puesto de trabajo por cuenta ajena.
- No contar ya con cargas familiares que impedían disponer del tiempo que requiere comenzar una aventura empresarial de este tipo.
- El conocimiento del campo, que no se alcanza en profundidad hasta que no se cuenta con cierto recorrido.
Las ventajas de emprender...con más de 45 años
Emprender siempre es una experiencia positiva que aporta nuevos conocimientos y un aprendizaje vital. Embarcarse en un proyecto tan complicado y apasionante como crear una empresa cuando se han superado los cuarenta años conlleva, además, una serie de beneficios que no se pueden contar cuando el emprendedor es una persona de menor edad. Los más significativos son:
- Mayor madurez.
- Experiencia en el sector, o al menos en el mundo de la empresa y los negocios.
- Más tiempo para formarse y prepararse.
- Una visión más realista de las cosas.
- Una red de contactos más sólida.
- Mayor credibilidad frente a bancos, clientes, proveedores, etc.
- Una probablemente mejor gestión del capital inicial, ya que seguramente puede invertirse en metas y no consumirse en otras necesidades.
En el Reino Unido, 1 de cada 6 negocios que empiezan están liderados por personas mayores de cincuenta años. Una tendencia que va en ascenso en muchos otros países y, sobre todo, en lo que respecta al género femenino.
El caso de mujeres que se deciden a emprender con más de 45 años está aún más generalizado que el del sexo opuesto. Las razones de esta diferencia son familiares y laborales. Las primeras se atribuyen a las responsabilidades que las mujeres ostentan con respecto al cuidado y apoyo a otros miembros de la familia (como sucede desde hace décadas y seguirá sucediendo, porque los cambios en este sentido, por desgracia, discurren muy lentamente y requerirán de generaciones para alcanzar la igualdad). Las motivaciones laborales que impulsan a muchas mujeres maduras a crear su propia empresa tienen que ver con el llamado techo de cristal, que frustra sus ambiciones profesionales y las reduce a un puesto carente de motivación, en el mejor de los casos, o las deja sin acceso a un puesto acorde a sus aptitudes y cualificación por razones de edad.
En cualquier caso, si no se tiene miedo a trabajar y trabajar sin descanso y se considera que no se ha perdido la agilidad necesaria, no hay ningún impedimento que separe a un emprendedor de más de 45 años y su empresa del éxito más rotundo.