Lanzaderas, Incubadoras y Aceleradoras de Empresas, qué son cada una?


Por: Andrea Barragán

En los tiempos que corren, alcanzar el éxito con su propia compañía es una quimera para el emprendedor. No basta con ser dueño de una idea atractiva, sino que es indispensable saber proyectarla eficazmente, así como ser capaz de convencer al inversor. En este contexto es donde surgen estos centros que, lejos de ser ONG, ofrecen formación, un espacio físico, asesoramiento y demás al emprendedor. Veamos en qué consisten.

Las lanzaderas

Uno de los mejores ejemplos en España para ilustrar qué es una lanzadera es Sonar Ventures, cuya labor, según señalan en su página web, consiste en adaptar modelos de negocio de Internet. Para ello “detectamos tendencias de negocio escalables y las implantamos en el mercado español y latinoamericano”.

En esta línea, su modus operandi es seleccionar personal con talento, ya que su objetivo es formar futuros emprendedores que lideren proyectos ambiciosos. Incluso, es posible que la lanzadera se valga de la idea que le presente un determinado emprendedor para reconvertirla en un proyecto que funcione, que sea seguro.

Las incubadoras

Las incubadoras de empresas pueden, en numerosas ocasiones, confundirse con las anteriores, ya que se orientan a la etapa de despegue de las empresas. Estos centros de apoyo ayudarán al emprendedor a montar su negocio y, además, se encargarán de evaluar la viabilidad de su proyecto. Ofrecen un espacio físico a compartir con otras empresas a modo de coworking, servicios de asesoría, infraestructura, red de contactos y acceso a la financiación.

El proceso de incubación de empresas puede alargarse hasta tres años. Son tres las etapas por las que debe pasar el proyecto. En primer lugar, la etapa de pre-incubación(alrededor de 6 meses) cuenta con el objetivo de desarrollar la idea inicial para así elaborar el plan estratégico. En segunda instancia, durante la etapa de incubación (de 12 a 18 meses) se implanta el mencionado plan estratégico y se realiza un seguimiento acerca de su impacto real. Finalmente, en la etapa de post-incubación (de 6 a 12 meses) se ponen en marcha los cambios necesarios que aseguren la pervivencia y éxito del proyecto.

Las aceleradoras

Por su parte, las aceleradoras trabajan con proyectos que poseen un modelo de negocio validado. La labor de estas plataformas es, como su nombre indica, “acelerar” el negocio y para ello dotan a los emprendedores de una formación intensiva, les ponen en contacto con mentores, les ofrecen un espacio físico donde trabajar y realizan una inversión semilla. También, les preparan para un cara a cara con futuros inversores.

Las aceleradoras no cobran, pero a cambio exigen un porcentaje de participación en la empresa que suele situarse en torno al 10-15%. En Latinoamérica y España la más famosa, sin duda, es Wayra, perteneciente a Telefónica.

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