Aunque ya llevaba un par de años organizándose en Nueva York, el evento aterrizó en la capital colombiana en 2008 y, en la actualidad, ya se celebra en más de 60 países de todo el mundo. Sin duda, un fenómeno de gran atractivo para los emprendedores con necesidad de ampliar su red de contactos que volverá a celebrarse este viernes 24 de octubre.
Diana López y Camila Alicia Ortega, coorganizadoras de Likemind, han contado a Pymerang cómo funciona este 'desayuno de ideas' y por qué es recomendable asistir, entre otros asuntos.
¿Cómo surge Likemind?
El origen de este evento se debe a los neoyorquinos Noah Brier (jefe de planeación estratégica en Barbarian Group) y Piers Fawkes (direcor de PSFK), internautas que hace algunos años decidieron encontrarse en persona para conocerse. A dicha reunión asistieron también, de forma espontánea, 20 personas más, dando nacimiento a Likemind como un espacio para desarrollar relaciones profesionales y de emprendimiento.
Likemind se desarrolla en la actualidad en 60 ciudades del mundo, entre las cuales se encuentran Atlanta, Berlín, Brighton, Chicago, Copenhague, Hamburgo, Los Ángeles, Londres, Miami, Orlando, Toronto, entre otras.
En cada encuentro, personas de distintos campos de acción se dan cita para intercambiar ideas, dar a conocer sus proyectos, ampliar su red de contactos y colaborar con otros.
¿A quién está dirigido?
A todo tipo de profesionales, empresarios, diseñadores, arquitectos, publicistas, artistas, ingenieros, comunicadores, estudiantes dispuestos a incrementar su red de contactos, compartir ideas, colaborar y crecer en conjunto.
¿Desde cuándo está funcionando en Bogotá?
En julio del año 2006 se llevó a cabo el primer Likemind en Nueva York, cuando sus fundadores decidieron reunirse y conocerse en persona.
En Bogotá empezó en 2008. Desde aquel entonces, miembros de la Fundación Social Colectivo, organización que se dedica a promocionar y promover la conciencia colectiva, organizan Likemind Bogotá una vez al mes. En la actualidad, contamos con la participación de aproximadamente 40 asistentes a cada encuentro.
¿Nos pueden contar alguna anécdota de este 'desayuno de ideas'?
Anécdotas pasan en todos los encuentros. Lo curioso es que muchas veces esas anécdotas surgen de las conversaciones informales que tienen las personas. En cuanto a los contactos, afortunadamente, gracias a Likemind hemos podido conectar a muchos individuos bien sea con proyectos similares o ideas del mismo campo de acción. Incluso se han llevado a cabo asesorías de emprendimiento, después del evento presencial.
Nosotros somos el puente conector entre las ideas. Lo realmente valioso del networking es lo que sucede después, las conexiones que se hacen, las relaciones de valor que nacen.
Además, por medio de Likemind hemos conocido personas que forman parte del ecosistema de emprendimiento e innovación que se han sumado como miembros o voluntarios a la Fundación Social Colectivo.
Una anécdota que quizá pasa cada mes, es que las personas que forman parte de la comunidad y que asisten al evento con frecuencia, se convierten en mediadores dentro del mismo, es decir, ya entienden cómo funciona la dinámica y son ellos los que en ocasiones conectan a una persona con la otra, cambian de puesto voluntariamente para entablar nuevas conversaciones y nos dan constante retroalimentación sobre cómo hacer crecer la comunidad y hacer que el evento cada día sea mejor. En pocas palabras, son otros ‘host’ de Likemind Bogotá.
¿Cuál es la dinámica de los encuentros?
La dinámica del evento es muy sencilla. La mayoría de personas que llegan a Likemind no se conocen entre sí, de modo que es más fácil ‘romper el hielo’ puesto que ellos comienzan a conversar sobre sus profesiones y proyectos. A medida que van llegando los individuos, se les entrega un name tag, el cual deben colocarse en un lugar visible. En este les preguntamos dos cosas básicas: su nombre y su campo de acción. En ese momento comienzan a darse las conversaciones esporádicas.
Cuando va pasando el tiempo y hacemos un panorama de quién está en el evento y a quién podemos contactar con otra persona, empezamos a rotar a los asistentes de puesto con el objetivo de que puedan conocer a la mayor cantidad de gente posible. En un punto, los intercambios entre personas surgen con completa naturalidad. Los individuos comprenden la dinámica y son ellos los que deciden con quién desean hablar, con quién quieren compartir un poco más de tiempo y con quién desean colaborar en un futuro.
En su opinión, ¿qué aportan iniciativas como estas a los emprendedores en Bogotá?
Bogotá es una ciudad que tiene un ritmo muy acelerado. Hoy en día muchas personas no cuentan con el tiempo ni el espacio para conocer a otros que puedan generar valor a sus negocios. Por eso, sacar unas horas al mes para ir a espacios de networking presencial es de vital importancia para conectarse con personas del mismo ecosistema.
Las posibilidades de hacer contactos fructíferos son inmensas. Su gran valor se encuentra en que es un espacio informal, en donde las conversaciones y los contactos surgen de manera natural. Es una oportunidad ideal para detectar oportunidades de negocio y dar a conocer empresas o proyectos que se ubiquen en cualquier etapa de formación.