El cloud computing establece un nuevo paradigma en la relación de las personas con los ordenadores. Según el Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) de Estados Unidos, se trata de un modelo que permite el acceso en red ubicuo, adaptado y bajo demanda a un conjunto compartido de recursos de computación configurables que pueden ser rápidamente aprovisionados y liberados con un mínimo esfuerzo de gestión o interacción mínima con el proveedor del servicio.
En definitiva, gracias a la 'nube' (término usado como metáfora de Internet) es posible externalizar la infraestructura informática y crear un entorno virtual en el que almacenar diferentes aplicaciones o contenido, de modo que no haga falta disponer de servidores informáticos ni de técnicos que se encarguen de su mantenimiento y funcionamiento. Será la propia plataforma proveedora quien se ocupe de estos menesteres.
A modo de ejemplo, para que quede más claro, basta mencionar al gigante Google, el cual ofrece diferentes soluciones en la nube accesibles tan sólo con conexión a Internet. Google Docs, Google Calendar o Picasa (una aplicación de gestión de imágenes) son magníficos ejemplos de plataformas de almacenamiento online o cloud computing.
Principales ventajas del cloud computing para una empresa
Este sistema que pone a disposición de las empresas, independientemente de su tamaño, la posibilidad de utilizar servicios en la red sin contar con la infraestructura necesaria, otorga a los usuarios numerosas ventajas.
Ahorro de costos. Las empresas pagan únicamente por los servicios que disfrutan, eliminando, en esta línea, costos adicionales como las licencias de software.
Accesibilidad. Acceso compartido y en tiempo real de toda aquella información almacenada y desde cualquier parte del mundo, siendo sólo indispensable estar conectado a Internet.
Rapidez. Se gana en velocidad ya que el desarrollo de una aplicación del cloud computing se puede completar en cuestión de días. Además, dado que las herramientas de trabajo se encuentran en la web no es necesario descargárselas, con lo cual pueden comenzar a emplearse desde el primer momento.
Seguridad. Las compañías de cloud computing cuentan con profesionales muy preparados que crean productos cada vez más potentes y mejorados y que presentan mayor seguridad y fiabilidad.
Estructura multiusuario. Todos los usuarios pueden beneficiarse y hacer uso de la misma aplicación, con la posibilidad de que cada uno la personalice a su gusto.
Cómo funciona el cloud computing
La computación en la nube consta de tres modelos de servicio: Software, plataforma e infraestructura. Veamos cada uno de ellos.
Software como servicio (SaaS). El modelo SaaS implica que, en lugar de que el cliente compre el software, pague por el servicio que éste ofrece, es decir, por su alquiler. De esta forma, el usuario obtiene el acceso a la aplicación ubicada en el servidor y la puede integrar a la perfección en su empresa.
Plataforma como servicio (PaaS). Se refiere a un modelo similar al anterior pero aplicado al hardware. En este nivel pagaremos por los servicios que nos proporciona un servidor, por ejemplo, para alojar una página web.
Infraestructura como servicio (IaaS). Este modelo abarca todas aquellas infraestructuras empleadas puntualmente como los servicios de almacenamiento o la capacidad de procesamiento.
Son tres niveles del cloud computing que se adaptan a las exigencias de cada empresa y que se basan en la filosofía de proveer solamente los recursos que sean necesarios en ese momento.