Se trata, a grandes rasgos, de un documento que permite al usuario identificarse en el entorno online y que es indispensable para la realización de ciertos trámites con las Administraciones Públicas y algunas entidades privadas. Podría decirse que es como un DNI digital.
Garantizar la identidad del emisor y receptor (autenticación de las partes), que el mensaje no ha sido manipulado en el momento de su envío (integridad de la transacción), que únicamente receptor y emisor vean la información (confidencialidad) y que quien envió el mensaje no pueda negar su firma (no-repudio), son los principios básicos del certificado digital.
¿Para qué sirve el certificado digital?
El certificado digital es, en esta línea, el único modo de identificación online tanto para personas físicas como jurídicas. Por ello, sirve para identificar al internauta de forma electrónica ante terceros, pudiendo este firmar digitalmente con la garantía de que los datos transmitidos serán solo visibles por el propio usuario y el destinatario.
Esta herramienta, igualmente, permite obtener documentos y realizar todo tipo de trámites con el Estado, como por ejemplo hacer la Declaración de la Renta, pedir informes de vida laboral o de empadronamiento, consultar los puntos del carné de conducir, etc. Todo ello, a través del ordenador y evitando, así, esperas o desplazamientos innecesarios.
Además, el certificado digital posibilita la firma de documentos electrónicos con la misma validez legal que si esta fuera manuscrita.
¿Dónde se solicita el certificado digital?
En España, el certificado digital ha de solicitarse ante una Autoridad de Certificación. Existen varias, pero quizás la más conocida sea la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), la cual, a través de su organismo CERES (Certificación Española), se encarga de expedir este tipo de certificados.
Para obtenerlo, basta con dirigirse a la página web de la entidad CERES y hacer click en 'Obtenga el certificado de usuario'. Lea con detenimiento las instrucciones que ahí se citan para configurar su navegador de Internet para así obtener correctamente su certificado.
El proceso se divide en tres apartados que deben seguirse en riguroso orden. El primer paso es solicitarlo a través de Internet. Para ello, solo hay que introducir el DNI o NIF, según sea el solicitante persona física o jurídica.
Al insertar estos datos, el sistema le devolverá un código que deberá presentar en cualquier Oficina de Registro acreditada de la FNMT, en el caso de los particulares, o en una de las Oficinas de Registro de la Agencia Tributaria, las personas jurídicas, para que estas entidades procedan a la activación del certificado. Ya solo quedará el tercer paso para poder descargarse su certificado: insertar nuevamente en la web su documento de identidad y el código anterior.
El periodo de validez son tres años en el caso de usuarios particulares y dos si son certificados de empresas.
Tipos de certificados digitales
Pese a que existen diversos tipos de certificados digitales para utilizar en Internet, según la información que contiene cada uno de ellos, en esta ocasión nos centraremos en los más usuales:
Certificado personal. Es aquel que identifica al usuario y acredita su identidad, cuyo titular tiene que ser una persona física. Permite al particular relacionarse telemáticamente con las Administraciones Públicas y otras entidades.
Certificado de pertenencia a empresa. Garantiza la identidad del titular del certificado y su vinculación con una determinada compañía. Lo puede solicitar la propia persona física siempre y cuando se autorice por un representante de la empresa.
Certificado de representante de empresa. Se emite solo a la persona física que represente a la empresa, ya sea un representante legal o apoderado.
Certificado de persona jurídica. Es aquel que identifica a la empresa como tal para poder realizar trámites con las diferentes Administraciones Públicas.
Certificado de facturación electrónica. Atiende a la necesidad de las empresas que buscan la seguridad del certificado a la hora de emitir facturas electrónicas. Es el único trámite que se puede realizar con este certificado.
En conclusión, tanto usuarios particulares como empresas pueden hacer uso de esta herramienta que ofrece una mayor seguridad y protección en las operaciones que se realizan a través de la red.