Esta empresa proveedora de Recursos Humanos a nivel global, en el citado informe, indica que los puestos más difíciles de cubrir son los operadores de producción, ingenieros, secretarias y asistentes administrativos, representes de ventas, técnicos e, incluso, directivos. Prácticamente en todos los niveles resulta complejo localizar trabajadores con las habilidades que se requieren.
“Cada vez más se complican los perfiles que las empresas solicitan, haciéndose más sofisticados e incluyendo competencias que a las personas les cuesta tener y a las empresas, encontrar”, resume, en esta línea, Rosalba Montoya Pereira, presidenta de ManpowerGroup en Colombia.
Así, un ejemplo que sirve para ilustrar el caso, es la dificultad creciente en el país para encontrar conductores. Por supuesto, una gran multitud sabe conducir un coche pero, para hacerlo de manera profesional, se les exige tener una formación académica media y no tener ni una multa de tráfico. Esta anécdota es representativa de que “hay muchas personas que saben hacer un oficio demandado, pero pocos que cumplan con las exigencias cada vez más específicas e inflexibles para ejercerlo”.
Las capacidades más demandadas
En opinión de la directiva, las capacidades que más demandan las empresas del futuro empleado son la confianza, la disposición al servicio, el bilingüismo, la inteligencia emocional y la aptitud para trabajar en equipo y propiciar un buen ambiente laboral. A su vez, el trabajador reivindicará estabilidad, buen trato, salarios más cómodos, compatibilidad del trabajo y vida personal, así como oportunidades de crecimiento personal.
Por ello, “los trabajos que tienen un alto componente de rutina y monotonía, salarios más bajos y poco tiempo para la vida personal no son a lo que aspira la mayoría de personas hoy”, subraya Montoya. Este es uno de los motivos por el que en muchas regiones y sectores económicos es difícil encontrar empleados que cumplan con el perfil requerido por las empresas, sobre todo en el caso de los puestos operativos y técnicos, que reúnen las características mencionadas.
La “paradoja del empleo”
De enfrentamiento entre las necesidades del candidato y de la compañía que ofrece la oportunidad laboral, se deriva lo que la presidenta de ManpowerGroup de Colombia denomina la “paradoja del empleo”, es decir, que pese a que el país luce la medalla de oro de la región al mayor desempleo, ocurre que, aunque exista un gran número de aspirantes, las empresas no son capaces de encontrar a la persona que se adecue al perfil reclamado.
Tal y como afirma Montoya, el desempleo no se refiere simplemente a la falta de puestos de trabajo, sino que entran en juego más factores. En este contexto, “se ha formado una brecha cada vez más profunda entre lo que la gente quiere y sabe hacer y lo que las empresas demandan de las personas y sus talentos”. Según comenta la directiva de la corporación en territorio colombiano, para los empresarios, los principales obstáculos que les impiden cubrir sus puestos son la falta de habilidades técnicas y de experiencia de los candidatos. Sin embargo, a su modo de ver, “hay poca voluntad para ayudar a las personas a adquirirla”.
El talento humano, el activo más importante de las empresas
Desde la multinacional especializada en gestión de personal consideran que el verdadero activo que da valor a una economía es precisamente el talento de las personas, sin el cual el capital o la tecnología aparecen como recursos inútiles.
De este modo, “al dejar de lado en una empresa la esencia humana del trabajo, se condenan la productividad y el propio mercado”, sentencia Montoya. Es un error, por tanto, que las compañías antepongan la utilización de recursos físicos y tecnológicos por suponer que generará un rendimiento superior al necesitar menos personal.
En conclusión, ¿es el empresario colombiano muy exigente o es que la población no está suficientemente capacitada? Realmente es una conjunción de los dos elementos. De un lado, las empresas deben flexibilizar los perfiles planteándolos “con un criterio realista” y apostar por la formación; pero “si las personas no se mantienen informadas y dispuestas a aprender y a manejar creativamente las incertidumbres de los mercados”, la escasez de talento aumentará.