De acuerdo a este estudio, para cuya confección se han realizado encuestas a empresarios de varios países de América Latina, encontrar y retener al personal cualificado es la cuestión prioritaria para los negocios y su principal preocupación. Esto se explica porque los líderes entienden que cuanto más especializada es la tarea de un trabajador, más imprescindible se vuelve y, por ende, más coste y perjuicio ocasiona su marcha.
Por tanto, un empleado con experiencia y válido en su trabajo será mucho más beneficioso para la compañía que uno nuevo que requiere formación y ralentiza, al menos al principio, el proceso productivo. En opinión de Victoria Flórez, directora general de Umano Consultores, y según ha explicado a Pymerang, la salida de un trabajador supone “un costo de capacitación de la nueva persona, un costo del colaborador en la capacitación y, por ende, la pérdida de productividad de la nueva persona y los colaboradores”.
De esto se deduce que las organizaciones deben poner en marcha planes concretos para evitar que el personal más productivo abandone la empresa y, así, ésta mantenerse competitiva. Y es que no sólo se marcharía a la competencia dicho trabajador, sino también sus contactos y conocimientos, por lo que la pérdida para la empresa de origen sería de gran valor.
Qué hacer para evitar la marcha del personal más valioso
En el informe realizado por UPS, el 86% de los encuestados han valorado la mano de obra cualificada como el aspecto más importante para mejorar la competitividad de las pymes, por encima de otros factores como la adopción de las tecnologías de la información o el acceso a la financiación.
La continua rotación de personal no favorece en nada a las empresas, por lo que deben emprender estrategias y acciones con el objetivo de crear las condiciones laborales idóneas que inyecten al empleado las ganas y motivación suficientes para no abandonar su puesto de trabajo por otro.
La consultora internacional Accenture proporciona algunas pistas para construir un entorno laboral envidiable:
Crear un buen entorno de trabajo. Irremediablemente, el jefe es uno de los motivos por los que las personas dejan su trabajo. Es por ello que este debe ser capaz de ofrecer confianza, reconocer el talento de sus empleados y motiva.
Ofrecer un salario adecuado y competitivo. La remuneración del empleado es un aspecto prioritario y uno de los factores mayores que influyen en la decisión de aceptar o rechazar un empleo, por lo que conviene asegurarse de que las bandas salariales satisfacen los básicos en cada nivel.
Facilitar el comienzo de los nuevos. La retención del personal empieza por la correcta selección del mismo, contratando candidatos que encajen con el puesto y que entiendan desde el primer momento los valores y cultura organizacional de la compañía.
Conciliación laboral y personal. Establecer un plan de vida laboral y familiar es vital para que el trabajador no se desanime y piense que en otra empresa estará mucho mejor.
Integrar al personal. Se trata de involucrar al empleado plenamente en la organización proporcionándole información clave de la misma como su estrategia o planes de futuro. De esta forma, sentirá que se confía en él.
Dar opción a promocionar. Progresar en el ámbito laboral es una de las necesidades casi básicas de las personas y, por tanto, la compañía debe saber cómo gestionar estas expectativas.
Fomentar las relaciones. Que el empleado se sienta integrado y cómodo con sus compañeros juega un papel fundamental en la retención de talento.
Por su parte, Flórez, sostiene que “ para garantizar las condiciones laborales óptimas es esencial seleccionar a la gente clave, monitorear el clima gerencial, así como el laboral”. Todos estos elementos, sin duda, ayudarán a las pymes a crear culturas organizacionales más fuertes y competitivas.