Este modelo innovador de financiación, que se basa en la cooperación colectiva online, tiene sus raíces en el mecenazgo tradicional, pues la persona interesada en colaborar en el proyecto emprendedor pasa a ser un “mecenas” que es recompensado por su aportación.
De esta manera, el crowdfunding se convierte en una alternativa muy atractiva de financiación para los emprendedores y autónomos. En primer lugar, se corren menos riesgos y en segundo, no es necesaria una gran inversión inicial.
¿Cómo funciona el crowdfunding?
El crowdfunding cuenta con una mecánica muy sencilla persiguiendo un único objetivo: poner en contacto al emprendedor con los mecenas.
El proceso se inicia en el momento en el que el emprendedor envía su proyecto a la plataforma web (en España, algunas de las más populares son Lánzanos o Verkami), que debe acompañar con una breve descripción del mismo, la cantidad de dinero que se pretende lograr, el tiempo de recaudación y la recompensa para los que pongan su granito de arena.
Por otra parte, los usuarios interesados pueden realizar su compromiso de aportación. Si pasado el tiempo estipulado no se ha logrado recaudar el 100% del importe, el proyecto no saldrá adelante y a los usuarios no se les hará ningún tipo de cargo. Es la filosofía del todo o nada.
Las ventajas del crowdfunding
Esta forma de financiación masiva que poco a poco se va haciendo su hueco ofrece interesantes ventajas al emprendedor que, si bien cuenta con una idea innovadora y de calidad, no dispone de los suficientes recursos económicos para ponerla a funcionar.
Obtención de financiación para aquellas iniciativas creativas que pueden no encajar en los cánones de los inversores tradicionales.
Se consiguen clientes potenciales desde el momento en que se muestra el proyecto en la web.
Sirve como termómetro de viabilidad del proyecto, ya que permite evaluar la acogida del producto ante consumidores reales.
Facilita el acceso a otro tipo de financiación, pues los resultados de una experiencia exitosa da confianza a otros inversores.
Sienta las bases para trabajar en el mundo digital, permitiendo al emprendedor ensayar distintas estrategias, algunas de las cuales pueden funcionar.
Sin duda, el crowdfunding se presenta como una opción de financiación digna de considerar abierta a cualquier futuro empresario; un sistema en el que los riesgos, inherentes a la actividad emprendedora, son casi inexistentes.