Según Wikipedia, el coworking es una forma de trabajo que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes de diferentes sectores compartir un mismo espacio de trabajo, tanto físico como virtual, para desarrollar sus proyectos profesionales de manera independiente. Surge de la evolución de los modelos de trabajo, por el aumento del número de personas que trabajan por cuenta propia, desde casa y sin necesidad de pasar por la oficina.
Pese a que trabajar desde casa pudiera parecer perfecto debido a ciertas ventajas como la libertad y flexibilidad, realmente hay quienes necesitan una motivación extra. Es ahí donde surgen los espacios de coworking, herederos de las tradicionales cafeterías con wifi o cibercafés que muchos freelancers frecuentaban hace un tiempo para desempeñar su labor diaria y, así, desprenderse de esa sensación de aislamiento que caracteriza al propio hogar.
Características de los centros de coworking
El concepto de coworking compagina espacio y comunidad, pues no es únicamente una oficina al uso, sino que el auténtico valor del lugar lo proporcionan los miembros integrantes del mismo. De este modo, es posible disfrutar de las ventajas de trabajar al ritmo de cada uno (como si se hiciese desde casa) y de formar parte de un entorno profesional.
Los centros de coworking no son exactamente oficinas compartidas, ya que en estos la gente va y viene, según sus propios horarios y gracias a la flexibilidad de tarifas que ofrecen estos espacios. El coworking no pretende que sólo se comparta un lugar físico, sino crear una comunidad de personas que interactúen entre ellas y que promuevan un clima colaborativo adecuado.
Depende de las características de cada centro pero, en términos generales, proveen al usuario de una mesa (individual o compartida), acceso a Internet y a servicios comunes como sala de reuniones para recibir a los clientes, recepción de llamadas y mensajería, sala de descanso para tomarse un café con los coworkers, etc. Simplemente será necesario, en esta línea, traer el ordenador portátil.
Cinco ventajas de practicar coworking
Los beneficios de elegir esta modalidad de trabajo son numerosos. A continuación detallamos algunos de los principales:
Ahorrar en gastos. Para los emprendedores que están empezando y, en general, para los freelancers es más económico alquilar un espacio de coworking que una oficina, en el cual los gastos de Internet, luz o agua se reducen considerablemente.
Networking. La práctica del coworking brinda la oportunidad de hacer contactos con otros usuarios, intercambiar experiencias e, incluso, desarrollar proyectos en conjunto.
Desconectar. Gracias al coworking y al contar con un espacio donde poder concentrarse, es posible separar la vida profesional de la personal.
Evitar el aislamiento. Quizás trabajar en casa es más cómodo, pero este modelo permite alejarse de la sensación de soledad.
Creatividad. Rodearse de otras personas y compartir ideas o consejos con ellos ofrece al profesional otro punto de vista y puede servirle de inspiración.
En conclusión, el coworking es una tendencia en alza, un nuevo ecosistema de trabajo idóneo para que los emprendedores encuentren la motivación que necesitan al compartir entorno con otras personas que igualmente sueñan con alcanzar el éxito.