Se trata, entonces, de un premio que busca promover la innovación como modo de transformar el mundo en un lugar mejor y, por ende, valorar la dedicación y esfuerzo de aquellos emprendedores latinoamericanos que, con sus iniciativas innovadoras, están contribuyendo al desarrollo sostenible.
El Premio Innovadores de América, cuya convocatoria está abierta hasta el 16 de marzo, otorgará 50.000 dólares al ganador de cada una de las seis categorías en una entrega que se celebrará en el mes de agosto en Medellín, Colombia.
Pymerang ha tenido la oportunidad de hablar sobre este galardón con Magda Canals, directora ejecutiva de Innovadores de América.
Ya está aquí la 2ª edición del Premio Innovadores de América. ¿Qué acogida y respuesta tuvo la primera edición? ¿Qué esperan de esta segunda?
La acogida de la primera edición fue una sorpresa para nosotros. Esperábamos que con mucha suerte recibiríamos unas 200 postulaciones y recibimos 800. La idea de premiar a los emprendedores de la región latinoamericana fue muy bien recibida ya que no existía un premio similar.
En esta segunda versión estamos recibiendo postulaciones mejor acabadas con mayor conocimiento de lo que es una innovación. Tenemos una divulgación mucho más amplia incluso en países como Brasil que, por el idioma, es más difícil de llegar. Esperamos reafirmar el mensaje de que “los latinoamericanos sí podemos”. Lo hemos hecho antes, como lo demuestran nuestros 'Iconos & Leyendas', y seguiremos haciendo historia.
El Premio Innovadores de América hace un reconocimiento a aquellos proyectos que transforman el mundo a mejor. ¿En qué contexto surge este galardón?
A los creadores del premio les preocupaba el sentimiento en la región de que todas las innovaciones y los adelantos científicos eran cosa de los países desarrollados del norte, y una de las razones que entendían era responsable de este sentimiento es el desconocimiento de todo lo que ha sido creado en América Latina: el marcapasos (Colombia), el primer avión auto-impulsado (Brasil), la primera televisión a color (México), el descubrimiento de tendones en el cuerpo humano que nadie había descubierto (República Dominicana) y muchos otros aportes a la Humanidad.
Se decidió que era necesario divulgar a los innovadores de la región y premiar a los nuevos para estimular el desarrollo sostenible a través de innovaciones en las principales áreas del conocimiento.
¿Cuál es el objetivo del premio?
El premio es la excusa para un gran movimiento de innovación en toda América Latina a través de una plataforma de divulgación en todos los medios de comunicación: prensa escrita, radio, TV, redes sociales, Internet. Además, creamos la SuperRED, una red de aliados en toda América Latina, para promover y facilitar la innovación, el intercambio de información y la interacción entre dichas instituciones de diversos sectores.
También, con el Premio Innovadores de América se pretende motivar a los nuevos innovadores de las generaciones venideras. ¿Afrontar los retos futuros irremediablemente pasa por la capacidad de innovación de un país?
Se está trabajando para constituir el premio en una verdadera entidad de promoción de la innovación como el único medio para un desarrollo sostenible. Esto, entendemos, se debe lograr con el esfuerzo conjunto de los Estados, la Academia y el sector privado. Algo que ya se está logrando en la ciudad de Medellín, Colombia, donde tendrá lugar la próxima entrega de premios en agosto.
Para participar en el Premio Innovadores de América, ¿qué requisitos debe reunir el proyecto?
Ser una verdadera innovación. No premiamos ideas sino proyectos concretos que funcionan y que aportan a su entorno, ya sea educativo, social, científico, de diseño, o protección del medio ambiente. También viabilidad financiera.
¿Qué aspectos se valorarán más a la hora de premiar en cada una de las categorías?
El impacto que tendrá en su entorno y el esfuerzo que fue necesario para lograr realizar la innovación.
En su opinión, ¿es fácil ser emprendedor innovador en Latinoamérica? ¿Cuáles son los mayores obstáculos?
Entendemos que es difícil por varias razones: falta de disponibilidad de recursos; poco acceso a nuevas tecnologias; en muchas ocasiones, leyes que entorpecen y encarecen el emprendedurismo, falta de confianza en sí mismo y poca repercusión en los medios de comunicación.