Proceso administrativo
Proceso contable
Presupuestos y estrategia financiera
Inversiones
Gestión del capital
Es habitual que el área administrativa de la organización (incluida la gestión de personal) quede amparada bajo el paraguas de finanzas, dada la estrecha relación existente con el control financiero y contable. También se incluye aquí la función legal y de regulación normativa, de vital importancia en algunas organizaciones, además de la supervisión directa o indirecta de la relación con terceros (como Administración Pública, auditores, etc.).
Siendo la herramienta básica para la gestión económica y financiera, la función contable está siempre supervisada por el CFO. Las políticas y estrategias que se den en el área contable siguen unos criterios y objetivos más generales, ya que se integran en la política financiera de la compañía. Coordina los estados contables y financieros, acordes a las normas nacionales e internacionales vigentes.
Como se ha comentado al inicio, el Director Financiero tiene como máxima responsabilidad la aprobación de los presupuestos de la compañía (y de sus respectivas áreas funcionales: comercial, marketing, producción, etc.). Más importante aún, establece, conjuntamente con la Dirección General, la estrategia financiera a seguir, lo que supone marcar los objetivos a largo plazo en cuanto a las acciones previstas en esta área. Además, supervisa y evalúa el control de gestión de la empresa, definiendo procedimientos y procesos presupuestarios.
El CFP planifica, implementa, supervisa y evalúa las inversiones que pueda realizar la organización. Esta actividad es variada y se trata desde cuentas de mercado de dinero hasta participaciones en otras compañías, bonos, etc., supervisando, por ejemplo, estudios relativos a la viabilidad de inversiones futuras de la organización.
El Director Financiero es el máximo responsable en cuanto a préstamos o capitalización de la empresa. El adecuado flujo de capital de la empresa, vital para su desarrollo exitoso, es una de las evidencias clave de la función del CFO. En definitiva, se trata de dar respuesta a las necesidades cotidianas y estratégicas de capital de la empresa. Supervisa la gestión de tesorería, del crédito y de los cobros, entre otros.