Las deducciones más comunes se dan sobre el Impuesto Sobre la Renta (ISR) ya que el resto de los impuestos tienen menores posibilidades de deducción, además de que es justamente el ISR el impuesto que más gasto puede generar a una empresa.
Educación
Para todos queda claro que uno de los elementos más importantes de cualquier empresa es el personal capacitado, del cual depende en gran medida el éxito de todo el proceso productivo. Pese a esto es común encontrar empresas que están poco dispuestas a pagar la capacitación de su personal más importante, porque consideran que esto representa un gasto excesivo. Sin embargo, ese dinero invertido en la capacitación de personal puede ser deducido de la declaración anual presentando los comprobantes de pago.
Esta capacitación puede incluir desde la capacitación para el uso de alguna herramienta o maquinaria especializada hasta una beca universitaria para algún empleado que requiera de una carrera universitaria para subir de puesto, siempre y cuando los estudios se relacionen y beneficien de alguna manera a la empresa.
Créditos incobrables
Otro problema muy común es que terceros tengan deudas con la empresa y simplemente sea imposible cobrarles, sea la razón que sea. Si se llega a presentar este caso, es posible realizar la deducción por las cantidades que resulten imposibles de cobrar, para que esto sea posible se deben presentar los comprobantes de adeudo y de requisición de pago en la declaración anual de impuestos.
Aportaciones extra a la Seguridad Social
Las aportaciones a la Seguridad Social son una obligación de todo empresario, pero éste tiene también la opción de incrementar la cantidad de las aportaciones fijadas por ley. Aquellos que opten por hacer aportaciones superiores a las marcadas en la ley pueden deducir el excedente.
Becas y ayudas a trabajadores
Las empresas también tienen la posibilidad de prestar ciertas ayudas a sus trabajadores, haciéndolas deducibles de impuestos. Entre las opciones existentes se encuentran becas para los hijos de los trabajadores y ayudas económicas otorgadas en calidad de premios, entre otras. El único requisito para que sean deducibles de impuestos es que no se encuentren clasificadas como obligatorias en ninguna ley.
Donativos
Esta es posiblemente la opción más conocida y usada para deducir impuestos y consta de realizar donativos a organizaciones o asociaciones facultadas por la SHCP para recibir donativos y entregar recibos que permitan deducir dichas cantidades. La única limitante que existe es que la cantidad donada que se pretenda deducir no sobrepase el 30% del total de impuestos a pagar.