De hecho, pymerang Luna, uno de sus fundadores, cree que su estrategia fue precisamente esa, la de crear la empresa con anticipación mientras todos trabajaban para otras compañías hasta encontrar el momento oportuno para que centrarse sólo en ella no implicara mucho riesgo.
Volcados totalmente en GLS, para 2014 tienen un gran reto por delante: dar el salto a Estados Unidos con otro proyecto tecnológico especialmente orientado a este mercado y que les puede brindar enormes posibilidades empresariales siempre y cuando no descuiden lo que, en opinión de Luis, es clave: mantener una estricta calidad.
Hemos hablado con este Ingeniero Informático costarricense sobre internacionalización, la búsqueda de nuevos mercados, el éxito y los riesgos. En definitiva, lo que le ha supuesto emprender.
¿Por qué decidiste emprender?
Decidí emprender por una cuestión familiar creo yo. Mi padre es empresario de transporte público y siempre me impulsó a emprender desde pequeño, y es algo que siempre me pareció el mejor camino, trabajar por un proyecto propio y verlo crecer.
Una vez en la Universidad, mi mentalidad fue siempre emprender, y por eso opté por hacer mi práctica profesional en una pequeña firma tecnológica costarricense, Pernix Solutions, en donde aprendí mucho sobre cómo se manejaba la empresa y también sobre el mercado, tanto a nivel local como a nivel internacional, gracias a la experiencia que adquirí trabajando para Pernix en el proyecto New Futuro en Chicago.
Luego, viendo las posibilidades en el mercado, y en conjunto con mis socios Pablo Solís, quien fue mi compañero de clases durante muchos cursos en la Universidad y tiene un gran espíritu emprendedor, el cual también heredó; y Jimmy Garita, que nos brinda más experiencia en el área pues es el mayor de los tres, y complementa nuestros servicios ya que maneja tecnologías muy diferentes de las que Pablo y yo manejamos; decidimos empezar GLS Labs como un proyecto secundario (todos teníamos un trabajo externo de tiempo completo en aquel momento) en 2012.
Buscábamos dos cosas: recorrer la travesía legal que implica crear una empresa en un país como Costa Rica, lleno de burocracia y trabas, lo que nos tomó gran parte de ese año; y, segundo, empezar a hacer portafolio para en un futuro dedicarnos por completo a GLS.
Respondiendo un poco más al qué es, GLS Labs es una pequeña empresa donde desarrollamos soluciones digitales a la medida para los clientes, ya sean herramientas para solucionar problemas específicos, o sitios web para darse a conocer, aplicaciones móviles, etc. Es la unión de la experiencia en tecnologías de los tres socios puestas al servicio de una sola empresa, buscando ofrecer un paquete más completo.
¿Por qué apostaron por una compañía de estas características?
Apostamos por ofrecer nuestros servicios bajo GLS con el objetivo de ir acumulando portafolio de una manera secundaria, sin dejar los trabajos que cada uno tenía en aquella fecha, pues para una compañía que hace productos digitales, el portafolio es una parte muy importante. Entonces, quisimos ir alimentándolo de manera lenta pero segura, para que una vez que nos dedicásemos sólo a eso, tuviésemos un portafolio con varios proyectos dentro. Además, vimos que actualmente hay mucha demanda para tecnologías de información, lo que nos permitía atraer proyectos sin tener que invertir mucho en marketing, sino directamente de contactos personales de los socios.
¿Está poco explotado el mercado de las pequeñas firmas tecnológicas?
No creo que esté poco explotado, pero todavía hay espacio. En definitiva no es un mercado saturado, y aunado a eso, hemos visto que es fácil diferenciarse si la compañía es estricta en torno a la calidad.
Hay muchas firmas tecnológicas afuera pero, dada la alta demanda por estos productos, muchas en Costa Rica se han dedicado a contratar personas sin formación, o estudiantes, para desarrollar proyectos de este tipo, pues consiguen bajar sus costos y obtener mejores ganancias, pero generando al mismo tiempo productos de baja calidad, tanto estética como funcionalmente hablando. Basta entonces con presentar propuestas sólidas para tener cierta ventaja sobre gran parte de la competencia.
¿Qué destacarías de este año y medio de andadura del proyecto? ¿Qué trabas se han encontrado?
Creo que lo más importante de este año y medio es el aprendizaje sobre los procesos burocráticos: cómo crear una empresa en Costa Rica y cómo manejarla, llevar control de las finanzas, estar al día con los impuestos, etc; y el aprendizaje sobre el mercado y las características del cliente costarricense, y el cómo llevar esas relaciones.
También se cumplió el objetivo de ir haciendo portafolio como inicialmente planeamos. Yo, desde julio de 2013, solamente me dedico a proyectos de GLS, y ahora desde este mes de febrero Pablo también está a tiempo completo con nosotros. Entonces, estamos en una fase en la que ya nos sentimos cómodos con la base que creamos y proyectamos mucho crecimiento para 2014, dado que desde mediados de 2013 se fue convirtiendo de un proyecto secundario a una realidad.
Ahora que lo pienso, creo que también es importante resaltar que no siempre hay que llegar un día y fundar una compañía y apostarle todo al 100%. Nuestra estrategia fue crearla con anticipación mientras todos teníamos posiciones en otras empresas, ir haciendo portafolio, etc., hasta que sea menos riesgoso dedicarse a ello tiempo completo.
Creo que es una muy buena opción para personas que empiezan sus carreras profesionales, ir invirtiendo tiempo en darle forma, hasta que un día sea apta para moverse.
En cuanto a trabas, los trámites en Costa Rica son lentos y tediosos, por ahí sí tuvimos muchos problemas, pero creo que han sido más alegrías que penas definitivamente, más porque hemos ido haciendo las cosas con tiempo y con calma.
Ahora están inmersos en el lanzamiento de Silver Palm Studios a Estados Unidos. ¿En qué consiste?
Silver Palm Studios es un proyecto aparte de GLS con socios diferentes, y éste nació de los contactos que hice desde 2011 a 2013 en los EEUU. Visité el país muchas veces, por motivos de trabajo y personales, y ahí conocí a muchas personas, dos de ellos mis socios en Silver Palm Studios, con los cuales congeniamos muy bien en cuanto a las ideas emprendedoras, les gustó lo que estaba haciendo con GLS y decidimos hacer algo similar para ese mercado.
Silver Palm Studios es una versión más completa de GLS pues el equipo fundador tiene dos ingenieros de software, un diseñador y una persona de negocios, mucho más orientado a lo que una empresa de productos digitales requiere, cosas que he aprendido durante este tiempo en GLS; y se dedicará también a crear productos digitales, pero ofreciendo el servicio completo desde crear la marca para el cliente, la experiencia alrededor de esa marca y los productos que necesite siguiendo esa línea (dígase sitio web, blog, boletín, aplicaciones móviles, etc.)
Con Silver Palm Studios estamos empezando, tenemos el sitio web listo para salir pronto, y unos clientes que de antemano quieren trabajar con nosotros, pero aún nos falta crear la entidad legal en los EEUU. Lo estaremos haciendo en este primer trimestre de 2014.
¿Qué les anima a lanzarse a un nuevo mercado?
El principal componente es la ventaja competitiva que tenemos con respecto a otras firmas en cuanto a precio. Esto es gracias a la mezcla entre un equipo 50% norteamericano y 50% costarricense, por lo que podemos ofrecer productos a un mejor precio que muchos talleres locales de los EEUU, puesto que el desarrollo en Costa Rica es menos costoso. Tampoco tenemos la desventaja de tener que enfrentar el choque cultural que aparece del manejo de las relaciones con los clientes en un nuevo mercado (pues somos de culturas diferentes), ni tener que lidiar con la distancia, pues los clientes tienen más confianza cuando hay reuniones personales, a las cuales nuestro equipo en Chicago puede atender. Además, estamos en la misma zona horaria.
Creemos que si mantenemos muy altos estándares de calidad, a un precio un poco más bajo, tenemos muchas oportunidades para crecer.
En tu opinión, ¿es la internacionalización clave para el éxito de un negocio?
En tecnología, para un costarricense, sí. Sin duda, pues te da libertades que otras compañías no tienen. Cuando el cliente tiene una mayor capacidad adquisitiva, podemos generar productos muy completos y de mucha calidad, que traen prestigio a la empresa, sin tener que disminuir los márgenes de ganancia.
Si quisiera hacer eso en Costa Rica sería difícil, pues los clientes no pueden pagar tanto, entonces se termina negociando sobre las funcionalidades del producto, y se sacrifican algunas de ellas en pro de mantener el costo asequible.
Bajo tu punto de vista, ¿ha merecido la pena emprender? ¿Cómo valoras la situación actual para aquellos que deciden arrancar su propio negocio?
Definitivamente ha merecido la pena, me ha permitido muchas libertades que con un trabajo fijo no tendría, como viajar y conocer personas en varios lugares del mundo. Eso mismo me ha permitido conocer nuevos mercados y abrir oportunidades de internacionalización, para ir entrando a mercados que representan un mejor margen de ganancia.
La situación actual es muy diferente con respecto al área en que se vaya a iniciar el negocio, a mis amigos les insisto usualmente en que intenten emprender desde temprano, pero la respuesta que obtengo muchas veces es que no es tan fácil emprender en otras áreas como en tecnología, donde el único activo necesario para empezar es tiempo y una computadora.
Así que podría responder sobre mi área. Para aquellos que decidan emprender en tecnología, creo que el panorama es bueno, que hay espacio, y que si se esfuerzan en mantener la calidad por encima de los márgenes de ganancia, podrán crecer rápido.
No hay mucho que cambiaría hasta la fecha, el proceso ha sido muy satisfactorio y tenemos muchas ganas de que 2014 sea el año para verlo crecer. Así que le apostamos a eso y trabajaremos para eso.