Es necesario tener en mente una serie de ideas fuerza que le ayudarán a ser consciente de su estilo de liderazgo y de su capacidad para delegar.
Estrategia vs operativo. Como líder del equipo, tiene que poner atención en los objetivos a alcanzar y en el largo plazo. Las tareas y todos los aspectos más operativos tienen que pasar a ser responsabilidad de su equipo.
Transparencia vs desinformación. Mantenga a su equipo informado acerca de los objetivos que hay que alcanzar. Definalos con claridad y transmítalos con transparencia. No menos importante, informe, uno a uno y de forma individual acerca de lo que espera de cada uno de los miembros de su equipo.
Especificidad vs generalidad. Conozca a cada uno de los profesionales de su equipo. En función de sus puntos fuertes, asigne tareas acordes a sus capacidades. También, según sus debilidades, ayúdeles a crecer, asignando tareas, conjuntamente, para desarrollar competencias y talento aún por explotar.
Recursos vs precariedad. La delegación también consiste en asegurarse de que sus colaboradores disponen de todos los recursos necesarios (incluido, especialmente, el tiempo) para llevar a cabo las tareas encomendadas.
Seguimiento vs control. El liderazgo se ha de ejercer desde el acompañamiento y seguimiento del trabajo de los colaboradores. El primer paso para aprender a delegar es, sin duda, dejar de controlar y llevar a cabo un seguimiento que permita reconocer cuáles son las necesidades del trabajador y de qué manera se le puede ayudar.
Flexibilidad vs rigidez. Relacionado con el punto anterior, ésta es una de las claves de la delegación y del liderazgo en general. Es imperativo dejar un margen de actuación a la persona, que debe trabajar en base a objetivos (siendo permisivos en la manera de conseguirlos).
Objetividad vs arbitrariedad. Sea objetivo al analizar el desempeño de su equipo, tanto si es positivo como negativo. Básese en comportamientos y evidencias observables y refuerce dichas conductas (o corríjalas, si no son las adecuadas).
Feedback positivo vs “dar por supuesto”. En la delegación es importante facilitar feedback especialmente cuando se trata de un buen desempeño de las tareas. Hay que huir de la creencia “es su trabajo, no tengo porqué felicitarlo”.