Estos inversores privados o ángeles, cuya figura está tan arraigada en otros países como Estados Unidos, tienen como cometido financiar proyectos empresariales innovadores que se encuentren en fases iniciales a cambio de una participación accionarial. La Asociación Española de Business Angels (AEBAN) estima que el tamaño del mercado de estos inversores en Europa es aproximadamente 10 veces inferior al de EE.UU.
En el año 2011, los business angels españoles invirtieron 59,5 millones de euros en un total de 179 empresas, siendo la inversión de unos 332.000 euros por operación. Son datos extraídos de una investigación dirigida por Manuel Matés, 'La inversión de Business Angels en España: primera fuente de financiación para los emprendedores'. El estudio se realizó durante los pasados meses de marzo y abril y fue puesto en marcha con el objetivo de “incrementar el conocimiento sobre la inversión en empresas en fases iniciales y el statu quo y tendencias de las inversiones de business angels en España”, sostiene su autor en su blog.
La principal fuente de apoyo y financiación
Una de las conclusiones del estudio es “la consolidación del business angel como primera fuente de apoyo y financiación vía capital para emprendedores en fases iniciales en España”. De hecho, indica Matés, “el futuro de la innovación y creación de empleo depende en parte de la existencia del tándem emprendedor-business angel”. Este tándem es, según él, “un pilar básico para la regeneración del tejido empresarial y para conseguir una mayor innovación y competitividad”.
Igualmente, la investigación recoge recomendaciones de expertos que señalan la importancia de proporcionar a los inversores los conocimientos y herramientas que les faciliten su incursión en un proyecto innovador, así como para permitirles reducir su riesgo.
Los datos arrojan que el sector favorito para invertir es Internet, que acapara el 45% del total de las inversiones, seguido de Hardware & Software, que supone el 14% y Salud, el 10%.
Una figura que es necesario regular
El gran desconocimiento existente acerca de la figura del business angel puede deberse a que, como tal, su labor no está regulada en España, a diferencia de otros países europeos. Además, tampoco cuenta con una fiscalidad definida ni con respaldo por parte de las instituciones.
La regulación de esta alternativa de financiación a disposición de los emprendedores es, en este sentido, una prioridad para algunos partidos políticos españoles. Así, el pasado mes de marzo Convergencia i Unió (CiU) presentó en el Congreso de los Diputados una Proposición de Ley de medidas de apoyo a la creación de empresas por parte de emprendedores y a su financiación por parte de inversores de proximidad, la cual recoge la figura del emprendedor y del business angel, que afortunadamente ha sido aprobada y celebrada por muchos sectores.
En la iniciativa y ley aprobada, definen al inversor de proximidad como un inversor individual que aporta, a título personal o a través de una sociedad unipersonal, un capital máximo de 200.000 euros, sus conocimientos técnicos y su asesoramiento durante la etapa inicial de la actividad empresarial con el fin de obtener una rentabilidad a medio plazo. Del mismo modo, el texto les reconoce diversos incentivos fiscales como la deducción del IRPF del 25% del capital aportado al emprendedor.
En un contexto como el actual en el que conseguir financiación por medio de un banco es casi misión imposible, los emprendedores pueden optar a otras opciones reales de financiación, pero es fundamental que se sienten las bases para su correcto funcionamiento.