Cómo calcular los gastos que tendré al abrir mi negocio
Para conocer los gastos que tendrá que soportar al abrir su negocio tiene que considerar:
El costo del local donde se establecerá el negocio (valorando si le conviene más adquirirlo en propiedad o arrendarlo).
El costo del almacén donde guardará la mercancía, si fuese necesario contratarlo aparte, por razones de espacio, de logística o legales.
El precio de las instalaciones, equipos y maquinaria, si es de aplicación (recuerde incluir también los gastos en concepto de licencias, mantenimiento, etc.).
El costo de los suministros (luz, agua, etc.).
El costo de la flota de vehículos de la empresa.
El precio de las materias primas.
La cuantía a la que ascenderán los sueldos y gastos de Seguridad Social, en caso de tener trabajadores en nómina.
La cuantía a la que ascenderán los impuestos, gastos notariales y otro tipo de gastos relacionados con los trámites de apertura del negocio (no se olvide de incluir los gastos en concepto de desplazamientos, si es el caso).
A continuación, necesita saber cuándo cobrará el importe correspondiente a las primeras ventas realizadas, ya que hasta ese momento, todos los gastos fijos y variables definen la inversión inicial necesaria para abrir su negocio.
Financiación de la inversión
Pocas veces es posible iniciar un negocio sin recurrir a solicitar algún tipo de financiación que contribuya a aligerar las cargas correspondientes a la inversión (inicial y de los primeros meses de funcionamiento de la empresa). A la hora de escoger entre las diferentes fuentes de financiación disponibles en el mercado ha de tener en cuenta:
Su disponibilidad monetaria, que le permitirá conocer a cuánto asciende el capital que requiere de financiación.
Las fuentes financieras más interesantes en cuanto a condiciones que le ofrecen.
Los intereses que de cada opción se devienen.
El análisis de los gastos, del capital disponible y de la proporción de la inversión sujeta a financiación le dará una idea completa del dinero que necesitará invertir para poner en marcha su negocio, además de permitirle ver con claridad si se trata de un proyecto factible o si, por el contrario, no es viable, por lo que le conviene no seguir adelante con la idea.