Cómo ahorrar dinero fácilmente
Lo primero es diferenciar las distintas áreas donde se puede implementar un plan de ahorro. Energías, recursos humanos, consumibles, etc. Todos son susceptibles de eliminar costes. En las siguientes líneas podrá acceder a un breve resumen en el que se detallan algunas de las acciones que pueden llevarse a cabo para minimizar la inversión en esos apartados en que no es necesaria.
Ahorro en costes de oficina: desde los softwares y licencias hasta los consumibles. Es sencillo ahorrar en gastos de oficina observando las siguientes directrices:
Softwares y licencias: debe plantearse si realmente se utilizan, si siguen siendo necesarios, si cree que hará falta renovar las suscripciones, o si es posible encontrar una opción más económica. Por ejemplo, muchas marcas de antivirus ofrecen paquetes de protección aplicables a varios ordenadores, por lo que su precio se reduce en gran medida, en vez de comprar tres licencias de antivirus, el gasto se reduciría a una.
Consumibles: evaluar el trabajo y el gasto de cada impresora (páginas de impresión, cartuchos o tóners en color o en blanco y negro y valorar opciones como el reciclado de papel y cartuchos o la limitación de impresiones). Por ejemplo, concienciar a la plantilla de que se aseguren de si es necesario imprimir todas las páginas de un documento antes de hacerlo, o si bastaría con una pequeña selección del mismo.
Ahorro energético: desde la compra de un nuevo software hasta el apagar la luz al abandonar una sala, el ahorro energético es uno de los más desatendidos a la hora de poner medidas contra el despilfarro en las empresas, para evitarlo puede ser necesario:
Invertir en tecnología: en ocasiones merece la pena gastar dinero en adquirir un nuevo ordenador o una impresora último modelo, que consuman menos energía y al mismo tiempo, emplean menos tiempo en realizar las mismas funciones.
Negociar con proveedores: buscar ofertas y no conformarse son las claves para tener éxito en este ahorro.
Investigar sistemas de ahorro aplicables a los recursos que más se utilizan: desde el uso de regletas para apagar los equipos al finalizar la jornada, en vez de dejarlos en 'stand by', hasta incorporar sistemas de apagado y encendido automático de luces, por ejemplo.
Ahorro de gastos de representación: en ocasiones se pueden anular y en otras tan solo será posible reducirlos, pero el ahorro está en su mano.
Apoyarse en las tecnologías para ello: sustituir desplazamientos para reuniones por reuniones vía Skype o Gmail+, etc.
Sustituir las dietas por el abono de facturas tras presentar los correspondientes tickets.
Ahorro en gastos de personal: no hay que pasar por el recorte de plantilla pero puede ser interesante plantearse algunas medidas tales como:
Subcontratar: a veces es más económico vincularse mercantilmente a profesionales altamente cualificados y con conocimiento del sector que mantenerlos en plantilla de forma continua.
>Control de actividad, más que el control de asistencia, que no le aporta datos reales sobre la productividad de sus empleados, el seguimiento de la actividad le permitirá acercarse más a los niveles de productividad deseados.
Ahorro en materia de personal y/o tecnología gracias a las subvenciones y bonificaciones específicas:
Estar informado acerca de la ayudas públicas disponibles, bien dependiendo del tipo de empresa, bien sujetas a determinada clase de contrataciones (o de sujetos de esos contratos) le hará recibir prestaciones o compensaciones al perfeccionar contratos o al invertir en tecnología, por ejemplo.