El manual 'Mentoring para emprendedores. Guía práctica' de Julio Rodríguez Díaz define mentoring como una práctica mediante la cual una persona facilita el desarrollo de otra a través del intercambio de sus propios recursos, conocimientos, valores, habilidades, perspectivas, actitudes y competencias. En definitiva, es el acto de ayudar a otra persona a emprender y a conseguir las metas que él mismo haya definido.
En el mentoring intervienen dos personas: el mentorizado (aquel que necesita desarrollar sus habilidades) y el mentor (el experto que ayudará al primero a lograr su objetivo). Contrariamente a lo que se puede pensar, el mentoring no solo aporta beneficios al primero, sino que también el segundo sale ganando de esta relación profesional. Así, para este último es una buena manera de demostrar su capacidad de liderazgo, de ampliar su red de contactos o de compartir ideas.
Qué aporta el mentoring al mentorizado?
Pueden ser diversos los motivos que lleven a un emprendedor a solicitar los servicios de un mentor. La necesidad de aprender a gestionar una empresa recién creada o de mejorar sus conocimientos en ciertos sectores son algunas de estas razones.
Para ello, el mentor ofrece su tiempo y experiencia al mentorizado con el fin de ayudarle a identificar sus metas. Así, el emprendedor recibe asesoría en la toma de decisiones, lo que significa aprender a sopesar todas las opciones, sus ventajas e inconvenientes; apoyo en la creación de una empresa; retroalimentación constructiva y adquisición de nuevas perspectivas.
Fases del proceso de mentoring
El proceso de mentoring, que se fundamenta en una relación entre mentor y mentorizado en la que debe prevalecer la confidencialidad, puede dividirse en cuatro fases:
Nacimiento. El objetivo de este periodo es consolidar la relación entra las partes. Durante los primeros meses, ambos deben mantener reuniones en persona con el fin de establecer una relación de confianza, fijar los objetivos a alcanzar y las áreas a explorar.
Compromiso. En esta fase, los objetivos y el plan de acción ya están establecidos. La relación debe estar basada en la confianza, pues el mentorizado debe sentirse con libertad de solicitar asistencia al mentor en la resolución de problemas del día a día.
Sostenimiento. Se trata de la fase más larga. El mentorizado debe tomar la iniciativa en pedir ayuda a su mentor a través de los diversos canales de comunicación. Su actitud proactiva es la clave de esta fase. No debe transcurrir más de un mes sin que haya una reunión entre las partes.
Fin de la relación. La relación finaliza porque el mentorizado ha conseguido sus objetivos y, por ende, cubierto sus necesidades. En esta fase se analizan los resultados, aunque no hay que olvidar que el feedback debe estar presente durante todo el proceso.
En el caso de España, no es difícil encontrar un programa de mentoring. Mismamente en la capital se encuentra la Red de mentores de Madrid, cuyos servicios están dirigidos a emprendedores con empresas innovadoras de menos de cinco años de antigüedad y establecidas en la Comunidad de Madrid. Durante un periodo de seis meses los mentores tratarán de facilitar el camino de los emprendedores mediante la transferencia de conocimientos y de forma totalmente gratuita.