Es una obviedad recalcar que cada persona es un mundo y que la mezcla de diferentes personalidades dentro del equipo enriquece a la organización. Sin embargo, no se debe descuidar en ningún momento el aspecto relacional y gestionar las diferencias de forma eficiente y responsable.
Establezca reglas y pautas claras de comportamiento
Con el objetivo de buscar la convivencia entre todos los colaboradores, es importante marcar de antemano los límites deseables dentro de la organización. En ocasiones, se trata de normas informales, no escritas, pero conocidas por todos (como en muchas multinacionales, en las que no están bien vistas las parejas sentimentales dentro de una misma área o departamento).
Facilite espacios de comunicación abiertos y seguros
La escucha activa y el respeto mutuo deberían guiar las relaciones entre los compañeros de una organización. Es importante facilitar las bases que ello se dé, de forma que todos se sientan escuchados y que sean capaces de empatizar con el otro.
Resuelva los conflictos de forma rápida y directa
Como líder del equipo, tiene que conseguir que no se enquisten malentendidos o conflictos mal cerrados entre las personas a su cargo. Por este motivo, debe buscar la solución (mejor, la prevención) de estas situaciones, que pueden ser un auténtico problema a medio y largo plazo.
Muéstrese profesional y objetivo en todo momento
El líder es un referente para todos los miembros de la organización, un espejo en el que mirarse. Sus colaboradores tienen que verlo como una persona justa e imparcial, que se guía por hechos objetivos y evidencias, dejando de lado favoritismos, intuiciones o sensaciones.
Promueva relaciones de confianza
El trabajo en equipo debería ser una competencia más a desarrollar por parte de todos los trabajadores. Para ello, es imprescindible que se establezca el clima de confianza apropiado entre todos.
Lidere teniendo en cuenta la diferencia
El liderazgo situacional da pistas acerca de este aspecto. Se trata de que, dentro de la justicia e igualdad en el trato para todos los trabajadores, tenga en cuenta el hecho diferencial de cada persona. Desde ahí, tendrá más credibilidad para tomar decisiones aceptadas por todo el equipo.