La fórmula es muy sencilla, ya que se trata de hacer una resta entre los ingresos y los costes y posteriormente dividirlo por los mismos costes. Este valor será, en este sentido, imprescindible para medir la efectividad de una campaña de Marketing.
No obstante, en el Marketing de guerrilla no todo se puede medir o contabilizar, ya que muchas de las acciones están orientadas a reforzar la marca y a generar una respuesta en el consumidor (no siempre inmediata), por lo que valorar únicamente las ventas a corto plazo carecería de sentido.
Tipos de ROI en las acciones de guerrilla
En el Marketing de guerrilla, al igual que el convencional, la obtención del beneficio económico es la principal vara para medir el éxito. Sin embargo, también hay otros tipos de ROI que contribuyen a la rentabilidad empresarial y no pueden cuantificarse. Son aquellos relacionados con el impacto positivo que generan las acciones guerrilleras en el mercado.
Reputación: no siempre va de la mano de la obtención de beneficios a corto plazo, pero es indudablemente vital para la empresa.
Retención del consumidor: es importante en el sentido de que tarde o temprano este volverá, con lo que será un cliente rentable a largo plazo.
Retención del consumidor: es importante en el sentido de que tarde o temprano este volverá, con lo que será un cliente rentable a largo plazo.
Diferenciación: Puede que su producto o servicio sea el mismo que el que ofrece la competencia, por lo que si opta por la diferenciación y logra erigirse sobre el resto, habrá ganado una importancia batalla.
Cambio de Percepción: Una adecuada acción guerrillera puede ocasionar en aquellos que tenían una imagen negativa de su marca, un cambio de percepción.
Del mismo modo y, dado que la obtención de ingresos depende del consumidor, lo principal es inyectarle confianza y credibilidad en su empresa. Con estos ingredientes en la mente del empresario, las acciones de guerrilla pronto darán el ROI esperado.