Medios de Comunicación
El marketing online se realiza en Internet y el marketing offline fuera de él. Esto significa que ambos modos se valen de medios distintos para enviar sus mensajes: el primero utiliza la red mientras que el segundo, los canales tradicionales (prensa, radio, televisión y el cara a cara). Por eso, al primero se le conoce también como marketing digital y al segundo como marketing convencional.
Herramientas de Trabajo
En concreto, la alternativa online utiliza principalmente las redes sociales para llegar a los consumidores, también el correo electrónico y los buscadores (con el SEO y otras técnicas para mejorar el posicionamiento en ellos). En cambio, la opción de marketing offline prefiere la publicidad en los medios de comunicación de masas, la calle, las relaciones públicas en entornos no virtuales y las promociones en los puntos de venta.
Como consecuencia de aplicar esas herramientas, surgen otras diferencias que detallamos a continuación:
Medición de los resultados
El impacto de una acción de marketing online se puede medir con mayor precisión que el de una offline. Por ejemplo, si una empresa lanza una nueva web y quiere conocer su repercusión, dispone de aplicaciones como Google Analytics que le permiten saber con exactitud el tráfico recibido (número de visitas, usuarios únicos, tiempo de permanencia, etcétera) y su comportamiento (de dónde vienen esos internautas y cómo se mueven en el sitio).
Sin embargo, en el mundo offline hay que fiarse de cálculos aproximados porque... ¿Cuánta gente ha visto una valla publicitaria colocada en una carretera o un anuncio emitido por televisión? La respuesta no será fiel a la realidad; siempre conllevará un margen de error.
Segmentar a la audiencia
El desarrollo de Internet ha facilitado que el marketing online pueda dirigirse a un determinado público, al que, por su perfil, se considera que podría interesarle un mensaje concreto. Esto se consigue especialmente en las redes sociales como Facebook, donde se puede segmentar a los usuarios en función de criterios como su edad, sexo, ubicación geográfica, gustos o aficiones.
Por el contrario, una campaña offline carece de la misma capacidad para seleccionar a su audiencia.
Escuchar y dialogar
Una de las grandes ventajas de la red es que posibilita, de una forma sencilla y ágil, la comunicación entre las empresas y sus clientes. Esto se ha convertido en una de las señas de identidad del marketing online frente al offline, cuyas estrategias apenas disponen de recursos para que una marca escuche y responda a sus seguidores.
Contacto virtual o real
Las relaciones online se efectúan a través de un aparato o dispositivo (ya sea un PC, un teléfono móvil o una tablet); es decir, entre las partes no hay un contacto físico. Al revés de eso, hay iniciativas offline de promoción y propaganda que se basan en la conversación cara a cara, como es el caso de las reuniones que se convocan en ferias y congresos (networking).
Flexibilidad
Una campaña de publicidad online se puede modificar sobre la marcha si sus resultados no se están ajustando a sus objetivos. Una offline no es tan versátil.
Costo
En general, es más barato acceder a Internet y preparar una actividad promocional de tipo digital (online) que contratar un espacio para aparecer en televisión, prensa o radio (offline).
En definitiva, aunque los fines de estas dos variedades de marketing son las mismas, dar a conocer un producto o servicio e impulsar sus ventas, los medios y las herramientas que utilizan son diferentes. Si bien la online representa la opción moderna, y quizá más efectiva dado el avance de la tecnología, en comparación con la offline, se suele aceptar que no son incompatibles sino complementarias. La clave está en saber combinarlas.