Sin embargo, en el propio punto de venta también pueden implantarse estas técnicas guerrilleras que capten la atención del consumidor. Así, el “cara a cara” es ideal para crear sensaciones y fomentar la interacción con el cliente, para que este abandone el establecimiento con una grata experiencia a sus espaldas.
Tienen cabida todo tipo de promociones con un poco de ingenio, desde sorteos hasta juegos, incluyendo premios que consigan crear expectación en el consumidor.
En esta línea, un buen guerrillero del marketing sabe que el arma imprescindible es una buena imaginación y no un buen presupuesto, que es secundario. También ha de saber que aproximadamente el 76% de las decisiones son tomadas en el mismo punto de venta, por lo que unos acertados anuncios interiores, por poner un ejemplo, pueden ser la última pieza del impulso de compra.
Técnicas “guerrilleras” en el punto de venta
Algunas de las técnicas más innovadoras son los flashmobs o el lip dub. Mientras que el primero se basa en que se reúnan un grupo de personas para realizar una acción concreta, el segundo persigue promocionar un espacio a través de una canción y coreografía de un conjunto de bailarines.
Otras armas promocionales a destacar, según Jay Conrad Levinson, considerado como el padre del Marketing de guerrilla, son la envoltura de paquetes, panfletos impresos, pancartas, concursos y sorteos o muestras gratuitas. Así, hasta un total de 100.
En el Marketing de guerrilla la imaginación es, de este modo, la herramienta indispensable para las Pymes más actuales.