Todas las empresas necesitan conocer el avance que van teniendo en sus ingresos para tener una perspectiva real sobre la estrategia y modelo de negocio que tienen para descubrir si realmente les está siendo útil. La mejor manera de lograr esto es con los estados financieros, los cuales demuestran la situación contable de las empresas del último año.

Las crisis económicas han demostrado que para que una empresa pueda sobrevivir se requiere de una correcta planeación que le permita aprovechar los recursos con los que cuenta, planear la atracción de nuevos recursos y con esto llegar a la meta que se desea. Si bien es cierto que la gran mayoría de las empresas funcionan sin manejar un presupuesto anual, resulta muy recomendable la elaboración de este documento para tener una idea clara de los resultados que se buscan lograr a lo largo de año.

Todas las empresas deben hacer frente a diferentes gastos mes a mes para poder funcionar de manera adecuada. Estos gastos o costos pueden ser fijos o variables dependiendo de los cambios que se den en sus montos durante el mismo periodo de tiempo. Los costos fijos son aquellos que deben ser cubiertos sin importar si la empresa ha tenido más o menos ingresos, por ejemplo los sueldos de los empleados y la renta de las instalaciones donde se tienen las oficinas.

El flujo de efectivo es un estado financiero que identifica todas aquellas entradas o salidas de efectivo generadas por las diferentes actividades de una organización. Es un elemento contable que refleja el efectivo disponible en una empresa después de los gastos, los intereses y el pago del capital.

La mayoría de empresas dedican una partida más o menos importante a los gastos de representación. No obstante, tanto su definición como su gestión genera ciertos problemas dudas e incorrecciones, que tienen una fácil solución con las medidas y la información adecuadas.