La manera de verificar que tus métricos realmente te conducen hacia tus objetivos estratégicos es muy simple; imagina que un inversionista toca a tu puerta una mañana y te pregunta:
“¿Puedo ver la manera en que mides tus objetivos?”
Tranquilamente y sin perder la compostura, le proporcionas solo una hoja de papel con tus indicadores de negocio. Ambos acuerdan reunirse nuevamente un par de días después.
Tu nuevo amigo, el inversionista, es totalmente ajeno a tu negocio y por lo tanto no tiene idea de tu estrategia, tu forma de lograr objetivos y tu manera de medirlos. Puedes decir que es totalmente neófito en lo que a tu negocio se refiere
Un par de días después como lo habían pactado se reúnen para almorzar; la sorpresa es que tu amigo inversionista empieza a platicarte los objetivos de tu estrategia, las palancas que debes mover para lograrla, los riesgos que estas corriendo, los obstáculos que estas encontrando, las prioridades que has establecido, los métricos utilizas y como si fuera poco también te proporciona algunos tips para evitar tropiezos
Sin más explicaciones el inversionista ha logrado pasar de ser totalmente neófito a conocer tus objetivos estratégicos y tan solo con una simple hoja de papel
Entonces sabrás que tus indicadores son los adecuados, has logrado comunicar tus objetivos con tan solo mostrar los métricos de negocio