Si bajas el precio menos oportunidad de vender tendrás, en cambio si subes el precio de manera justa estarás mejorando tu valoración frente a tus clientes.
EL PRECIO BAJO NO TE GARANTIZA VENTAS
Lo decían las abuelas y lo decimos también ahora; a tí, a mí y a tu comprador nos gusta comprar y tener lo mejor. En ocasiones no podemos adquirirlo pero eso no significa que nuestra percepción de valor haya cambiado.
Esta misma percepción de valor es tu mejor aliado en la estrategia de precios ya que entre más alto es el precio más valor percibe el comprador de manera innata. En cambio el precio baja da pie a una multitud de dudas.
Una de las claves que debes tener en mente cuando estas lidiando con tus precios es pensar como si estuvieras en el papel del negocio que te va a comprar. Generalmente lo que quiere es valor y quitarse un problema.
Hace un tiempo desarrolle un método rápido al que le llamo el triángulo del valor, que se compone de tres puntos:
- ¿Cuánto ganará el cliente usando lo que yo le vendo?
- ¿Cuánto le cuesta solucionar su problema o necesidad de otra manera?
- ¿Cuánto cobra mi competencia?
Si Pones esos tres montos en forma de triángulo, dependiendo de la industria en alguna parte dentro de ese triángulo debe de estar tu precio óptimo.