A la hora de definir la estrategia de internacionalización hay que tener claro si se va a exportar con marca o sin marca. Aunque lo más habitual es usar la marca como sustento del plan estratégico, existen empresas que prefieren optar por la ausencia de ella.
¿Por qué exportar sin marca?
La principal razón de hacerlo es el ahorro en costos. No tener una marca implica reducir de manera importante la inversión tanto de gestión, como financiera. Los gastos de promoción e imagen suponen un desembolso más que considerable, especialmente en el entorno internacional, cuando el proceso de 'darse a conocer' puede llevar años.