Chile, Colombia, Brasil y Argentina son, por este orden, los únicos países de la región donde está presente el Sistema B, integrado por compañías cuyo lema es 'ser las mejores para el mundo y no sólo del mundo'. Se trata de una comunidad que ya cuenta con más de 700 empresas certificadas en todo el mundo, aproximadamente 50 de ellas en América Latina.
¿Qué implica ser Empresa B? Según sus impulsores, éstas se distinguen por tres aspectos. En primer lugar, este tipo de compañías buscan solucionar problemas sociales y ambientales desde los productos y servicios que comercializan, así como desde sus prácticas. En segundo término, cumplen con unos estándares mínimos de desempeño y se caracterizan por un fuerte compromiso con la transparencia reportando periódicamente sus impactos sociales y medioambientales.
Finalmente, emprenden modificaciones legales con el fin de proteger su misión empresarial. Este último punto es muy importante, ya que si en el futuro un inversor decide dar un cambio radical a la compañía y olvidarse del impacto medioambiental y social, los propios estatutos lo impedirán.
El Cuarto Sector
La repercusión de las Empresas B es tal que ha dado lugar al denominado Cuarto Sector, pues tradicionalmente la sociedad se dividía en sólo tres: el ámbito privado, el público y la sociedad civil, que aglutina a las organizaciones sin ánimo de lucro.
De esta manera aparece el Cuarto Sector, un modelo en el que las empresas por supuesto buscan su rentabilidad, pero también alcanzar un propósito ambiental o social. El Cuarto Sector, así, lo conforman las Empresas B, tan necesarias en un contexto mundial de desigualdad especialmente preponderante en Sudamérica.
En opinión de Juan Pablo Larenas, cofundador de Sistema B, para afrontar los retos globales, el Estado y la sociedad civil “necesitan a un tercer actor que es la empresa”, dada su gran capacidad para lograr resultados. “Las empresas B no son las iluminadas, no son las que hacen todo bien, sino son las que quieren hacer todo bien”, afirma.
Cómo convertirse en B
Para obtener la certificación de Empresa B hay que seguir seis sencillos pasos, tras los cuales se adquirirá esta denominación durante dos años:
- Realizar la Evaluación B.
- Completar la instancia de Revisión de la Evaluación de Impacto B mediante una llamada telefónica.
- Entregar la documentación de respaldo.
- Firmar el documento de términos y condiciones (Term-sheet) en el que se especifican los derechos y obligaciones y se hace oficial el ingreso a la comunidad de Empresas B certificadas.
- Realizar modificaciones en los estatutos que permitirán proteger su misión corporativa para, así, considerar a los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente de manera vinculante en la toma de decisiones.
- Pagar la certificación anualmente, cuyo importe varía según la facturación de la empresa solicitante.
La chilena Triciclos es un ejemplo de compañía que ya posee el distinguido sello de Empresas B y que, además, fue pionera en América Latina. Su objetivo es “un mundo sin basura, donde la sustentabilidad sea un valor común a todas las personas”.
Por su parte, en Colombia forman parte de este comprometido club empresas como Envés, dedicada al diseño y ecomarketing, o la consultora Portafolio Verde. Sin renunciar al ánimo de lucro, todas ellas comparten la misma idea de que un cambio sí es posible.