Las pequeñas y medianas empresas, comúnmente conocidas como PYMES, constituyen una parte muy importante en el tejido empresarial de España.
Para ser consideradas como PYMES, las empresas deben contar con menos de 250 empleados y poseer un balance general que sea inferior a 43 millones de euros. Además, las PYMES pueden dividirse, a su vez, entre microempresa (hasta 10 empleados), pequeña empresa (entre 11 y 50 trabajadores) y mediana empresa (hasta 250 empleados).