No niegue la evidencia ni deje pasar el tiempo. Ejerza el liderazgo: no se deje llevar por el pánico o la ansiedad y demuestre que está usted al mando, sin guardar las apariencias ante los accionistas o clientes.
Por un lado, no hay que dejarse llevar por las emociones; por el otro, tampoco es positivo esconderlas o negarlas. Se trata de afrontar el problema con todas sus consecuencias, reconociendo cómo le está afectando para tomar medidas a pesar de todo ello.
Comunique e involucre a su equipo. Siguiendo con la misma línea, no esconda a su equipo la crisis ni su alcance. Para salir de ella necesita de todos y cada uno de sus colaboradores para remar en la misma dirección.
Comunique lo que está pasando, evite los rumores y los consiguientes temores que surgen ante situaciones de este tipo.
Aprenda del pasado. Para superar crisis de negocio es importante confiar en uno mismo, en la capacidad de liderazgo, de visión y de gestión del cambio.
Para disminuir la ansiedad que puede producir una crisis en su negocio (y de menoscabo de la propia autoestima), apóyese en todos los logros alcanzados anteriormente. Seguro que encontrará ejemplos y evidencias de su capacidad.
Ocupe la posición de observador. Para poder conseguir un desapego respecto a la situación (y a todas las emociones asociadas a ella), es recomendable intentar posicionarse como un observador, para conseguir distancia y perspectiva.
La expresión “los árboles no te dejan ver el bosque” encajaría aquí a la perfección. La solución del problema pasa por ocupar una posición externa, como si la cuestión no fuera con uno mismo.
Organícese y planifique. Una vez superado todo lo anterior, es momento de moverse y de planificar acciones concretas. Es importante centrarse en aquellos aspectos susceptibles de ser mejorados, poniendo remedio tan pronto como sea posible.
Las acciones más pequeñas y, en apariencia, insignificantes, pueden llevar a la solución del problema en un futuro cercano.
5 consejos para afrontar una crisis de negocio
Por: X. Peralta Maniviesa