El término intraemprendimiento hace referencia a aquella acción emprendedora que se realiza en el seno de una empresa ya consolidada. Precisamente esa es la diferencia entre los emprendedores y los intraemprendedores pues, mientras que los primeros parten de cero con su proyecto hasta transformarlo en un negocio, los segundos parten de una organización preexistente y su empeño reside en que ésta crezca.
Javier Megías, consultor de empresas especializado en modelos de negocio, afirma en un artículo extraído de su página web, que los intraemprendedores “reúnen lo mejor de ambos mundos, es decir, son emprendedores dispuestos a poner toda la carne en el asador, sin miedo a crear algo nuevo y arriesgarse, y a la vez son empleados comprometidos con la empresa”.
De hecho, la fidelidad hacia la compañía es una de las cualidades de los intraemprendedores, ya que, lejos de abandonarla para llevar a cabo el proyecto por sí solos, son empleados que coinciden plenamente con los objetivos y los valores de su empresa.
Cómo reconocer a un intraemprendedor
Los intraemprendedores tienen bastante en común con los emprendedores. Por ejemplo, ambos poseen iniciativa, son innovadores, son creativos y están orientados a la resolución de problemas. Son todos ellos atributos en un empleado que el mundo de los negocios siempre ha valorado y que pueden hacer despegar su carrera.
En opinión de Megías, aunque es un perfil que desde la dirección de la empresa se pretende potenciar, lo cierto es que hay ciertas características de los intraemprendedores que no gustan tanto. En este sentido, pueden convertirse en “empleados incómodos”, esto es, que no tienen miedo a expresar su opinión y critican la forma predeterminada de hacer las cosas y no admiten el argumento de que siempre se hizo así. Cuentan, así, con cierto aire de rebeldía.
Por otra parte, las cualidades más positivas se relacionan con su carácter proactivo y ágil, su actitud de compromiso con la organización y la capacidad para asumir riesgos e identificar oportunidades.
Los diez mandamientos para todo intraemprendedor
Con su libro 'Intraemprendimiento: Por qué tú no tienes que dejar tu empresa para ser un emprendedor', Gifford Pinchot fue el primero que acuñó este nuevo concepto empresarial destinado a fomentar la cultura de la innovación y a potenciar el talento oculto en las organizaciones.
En su portal web, este emprendedor ha colgado una lista con 'Los 10 mandamientos para todo intraemprendedor', un decálogo con consejos para sobresalir en la compañía y tomar, de una vez por todas, parte activa:
Vaya al trabajo cada día dispuesto a ser despedido.
Ignore cualquier orden que esté encaminada a parar su sueño.
Efectúe cualquier tarea que sea necesaria para poner en marcha su proyecto.
Encuentre a gente que le ayude.
Guíese por su intuición a la hora de elegir colaboradores y trabaje sólo con los mejores.
Trabaje tanto como pueda de forma clandestina.
Nunca apueste en una carrera a no ser que esté corriendo en ella.
Recuerde, es más fácil pedir perdón que pedir permiso.
Sea leal a sus objetivos y realista sobre el modo de alcanzarlos.
Honre a sus patrocinadores.
De los mandamientos expuestos se pueden extraer algunos aspectos que deben reunir los intraemprendedores: ser trabajador, honrado, leal y ser hábil para enfrentarse a los riesgos.
Motivar desde la empresa a los intraemprendedores
Finalmente, cabe destacar lo importante que es el intraemprendimiento para las organizaciones, pues estas necesitan gente con iniciativa y con espíritu emprendedor para hacer crecer la compañía.
Un artículo publicado en la revista Inc explica que “el elemento principal para establecer una organización que favorezca el intraemprendimiento es asegurarse de que los empleados estén ubicados en un ambiente de trabajo innovador”. Además, implantar un clima de estas características debería contar con el apoyo activo de la alta dirección.
Otro punto interesante que señala dicha publicación es que el canal de comunicación dentro de la empresa debe funcionar correctamente para que aquellos que tengan nuevas ideas o algo que decir puedan ser escuchados. Además, ya que la creatividad y talento del intraemprendedor son de gran valor para la compañía, su esfuerzo debe ser reconocido y recompensado, no sólo económicamente, sino también emocionalmente.
Un último detalle a mencionar y que está incluido en el artículo de esta publicación estadounidense especializada en empresas, es que la compañía debe velar por que la participación del individuo en el proyecto se mantenga de principio a fin. El conocimiento que el empleado tiene de dicho proyecto puede ser tremendamente beneficioso para el desarrollo del mismo.