Según el liderazgo situacional, el líder puede explicar más o menos las tareas (comportamiento directivo) y/o ofrecer más o menos apoyo socio-emocional a sus colaboradores (comportamiento de apoyo).
- Sacar lo mejor de su equipo.
El liderazgo situacional permite liderar y dirigir personas teniendo en cuenta sus motivaciones. En función de su grado de madurez, los profesionales pueden encontrar más estimulante un estilo de liderazgo u otro (por ejemplo, más directivo o más facilitador, donde se deleguen más las tareas).
En función del momento de la carrera profesional.En función del momento de la carrera profesional en el que se encuentre la persona y el equipo, el líder puede tener un comportamiento más directivo o de apoyo, y por tanto, ser más eficaz.
Planificar y organizar mejor.Es mucho más sencillo delimitar los objetivos o las tareas asignadas a los diferentes miembros del equipo teniendo en cuenta las capacidades y motivaciones de cada uno.
Complementar y equilibrar el equipo.El hecho de dirigir de diferente forma presupone la identificación de varios perfiles dentro del equipo, lo que lo convierte en una fortaleza, ya que permite alcanzar un equilibrio dentro del mismo.
Comunicar objetivos y/o tareas.La comunicación ascendente y descendente se ve favorecida, ya que el líder del equipo toma la iniciativa para asignar responsabilidades, esperando el feedback correspondiente para verificar la efectividad de su estilo de liderazgo.
Evaluar el desempeño y ayudar a crecer.Esta función del líder, crucial para lograr equipos de alto desempeño, se ve facilitada ya que cada profesional conoce de forma clara lo que se espera de él.
Mejorar el clima laboral.Los trabajadores motivados y alineados con los objetivos de la organización y del responsable del equipo se sienten más satisfechos con las condiciones laborales y con el clima existente dentro del grupo humano.