Estudios como Great Place to Work certifican una evidencia: las empresas que retienen talento son las más exitosas del mercado.
¿Qué ventajas plantea una cultura basada en la retención del talento?
Disminución de la rotación y de los elevados costos relacionados.
Fidelización y vinculación de la persona con la organización, mejorando el rendimiento.
Trabajo en equipo más eficiente y con visión compartida.
Un liderazgo efectivo, basado en la confianza y el respeto.
Aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo de la plantilla.
Política salarial ajustada al mercado (retención de los trabajadores por el llamado salario emocional).
¿Es posible evitar la fuga de talento de su organización? ¿Cómo lograrlo?
Replantéese los valores y la cultura en sí de su organización. Las personas, la transparencia y la honestidad deberían destacar por encima de todo.
Evalúe a los trabajadores en base a evidencias objetivas de comportamiento. Sólo así conocerá de forma fiable y realista las capacidades y el talento de su plantilla.
Planifique y despliegue una política de desarrollo del talento basada en la meritocracia. Huya de los amiguismos y de los posibles “enchufes”.
Ofrezca un plan de carrera acorde a la capacidad de cada trabajador. Aproveche sus puntos fuertes y motive a las personas.
Despliegue una política salarial basada en la capacidad de los trabajadores y no simplemente por elementos como la antigüedad o la experiencia.
Desarrolle un liderazgo basado en el crecimiento profesional, el acompañamiento y el empoderamiento. Plantee continuamente retos a sus trabajadores, dotándoles de herramientas para su ejecución.
Cuide las relaciones y el apoyo social dentro de la organización, tanto por parte de los superiores como de los compañeros. Facilite espacios de comunicación y relacionales. Es uno de los aspectos más valorados por los trabajadores.
Desarrolle estrategias dirigidas a la mejora de la calidad de vida en el trabajo, tales como la facilitación de la vida laboral y personal (flexibilidad horaria, teletrabajo), planes de apoyo a las familias, trabajo por objetivos (no por horas de “presentismo”), etc.
Promueva la innovación y la creatividad en sus equipos de trabajo. Intente que sus empleados busquen siempre alternativas creativas para encontrar soluciones nuevas y eficaces a los problemas planteados.
Busque la implicación de los profesionales, haciéndoles propietarios de los proyectos dentro de la organización. Conviértalos en emprendedores y cree el compromiso empoderándolos como trabajadores y como equipo.