Originalmente, el sistema Just in Time buscaba reducir los inventarios, pero sus herramientas han evolucionado hasta convertirse en un mecanismo para mejorar muchos aspectos del proceso productivo, a través de la eliminación de desperdicios y de la mejora continua.
Si se tiene que definir este método en algunas frases podemos decir que:
Es una filosofía, no una moda empresarial.
Se concentra en eliminar el desperdicio de recursos materiales, de recursos financieros y humanos así como de tiempo.
Con este fin, el Justo a Tiempo elimina del proceso productivo todo aquello que no aporte valor desde el punto de vista del consumidor.
Una empresa que sigue el modelo de Justo a Tiempo busca satisfacer al cliente al mínimo coste posible.
El Justo a Tiempo no sólo se aplica a niveles operativos, de hecho su instauración deberá ser hecha desde los niveles jerárquicos más altos hacia abajo.
Ventajas del sistema Just in Time
Según se cita en el libro “Justo a Tiempo” de Edward Hay (Hay, 1987, pág. viii):
El JAT ha ayudado a estas empresas a obtener los siguientes beneficios:
Aumentos del 20 al 50% en la productividad de la mano de obra directa e indirecta.
Aumentos del 30 al 40% en la capacidad de los equipos.
Aumentos del 80 al 90% en el tiempo de fabricación.
Reducciones del 40 al 50% en los costes por concepto de fallos (piezas por desechar o rehacer, y garantías).
Reducciones del 8 al 15% en el coste de los materiales comprados.
Reducciones del 50 al 90% de los inventarios.
Reducciones del 30 al 40% en requerimientos de espacio.
¿Son las anteriores suficientes ventajas? En resumen, podemos decir que las ventajas de instaurar un sistema Just in Time son:
Inventarios mínimos.
Reduce las pérdidas a causa de inventarios de materiales o de productos terminados que se han vuelto obsoletos.
Los proveedores se convierten en parte del proceso productivo lo cual es importante para ambas partes, para el proveedor representa un cliente seguro por un plazo determinado, para la empresa precios especiales por cantidades distribuidas en el tiempo.
El sistema Justo a Tiempo es muy flexible, lo que permite que se pueda ajustar a los cambios tanto de aumento como de disminución de la demanda.
Desventajas del sistema Just in Time
Se corre un riesgo importante de que haya un retraso en el suministro de los materiales, llegando incluso a quedarse sin materiales con todas las consecuencias que eso podría tener tanto a nivel económico como de prestigio.
Dificultad de encontrar proveedores que estén dispuestos a ofrecer buenos precios aunque sus costes de distribución aumenten debido a la cantidad de entregas parciales que deben hacer.
Cambiar de proveedor es difícil, porque implicaría un nuevo proceso de adaptación del nuevo proveedor al sistema de producción de la empresa.
Se puede correr el riesgo de tener personal o máquinas “ociosas” por no haber demanda de la etapa siguiente del proceso productivo, esto no deja de ser un gran coste.
Resistencia inicial de los trabajadores.