Definición de Planificación
Conocida como la planificación o planeación es una función que pretende responder a las siguientes preguntas:
¿Qué debe hacerse?
¿Quién debe hacerlo?
¿Dónde se debe hacer?
¿En qué momento debe hacerse?
¿Cómo debe hacerse?
Todas estas preguntas tienen relación con el logro de los objetivos de su empresa de la forma más eficiente posible, en un tiempo determinado y con los recursos materiales, económicos y humanos disponibles.
Aquí destacan dos conceptos:
Objetivos: Resultados específicos que se pretenden conseguir en un tiempo determinado.
Plan: Un plan es una serie de acciones ordenadas con el simple propósito de cumplir con determinado objetivo.
Importancia de la planificación
Para una empresa que quiera sobrevivir en un mercado tan competitivo como el actual, es indispensable que existan objetivos. Si la empresa no sabe dónde quiere ir, no sabrá cómo ir.
Este es uno de los problemas más recurrentes en las PYMES, ya que muchas de ellas se administran empíricamente, resolviendo los problemas que van surgiendo, pero esta visión limita mucho las posibilidades, no sólo de crecimiento sino también de supervivencia.
Es igual de importante tanto para una PYME como para una gran empresa la existencia de una planificación por las siguientes razones:
Un plan define el proceso que se debe seguir para lograr los objetivos de forma eficiente.
Un plan permite la asignación eficiente y distribuida de los recursos de una empresa.
Un plan evita la improvisación, tanto a los dueños de una empresa, como a sus empleados, clientes y proveedores. Saber que una empresa actúa conforme a unos planes y no tomando decisiones sobre la marcha, da mayor seguridad.<
Planificar le quita incertidumbre al futuro, porque aunque seguirá sin conocerlo, al menos estará preparado para enfrentarlo.
Si no hay plan, no hay control. El plan se constituye a través de los objetivos planteados en una medida de comprobación de si las acciones y planes ejecutados han tenido los efectos deseados.
Proceso de la planificación
Definir objetivos que sean realistas, medibles y ubicados en el tiempo.
Evaluar la situación actual en comparación con los objetivos.
Desarrollar premisas sobre el futuro. Las premisas son suposiciones de cómo será ese futuro. Suelen plantearse escenarios tanto alternativos como perjudiciales para el logro de los objetivos.
Analizar las posibles alternativas de acción.
Elegir un curso de acción.
Implementar el plan.
Evaluar los resultados.
Una empresa debe tener siempre metas por cumplir.