Tras estos datos se esconde un panorama desolador: estas empresas se exponen a un riesgo en su patrimonio que puede ir desde pérdidas mínimas hasta las pérdidas totales que pongan fin a la continuidad del propio negocio. De hecho, desde la aseguradora sostienen que una de las principales causas por la que las pymes quiebran es la falta de planeación y prevención en sus procesos productivos.
Y es que en un país en el que el 99% de las empresas son pymes, es primordial protegerlas, ya que ellas son imprescindibles para el desarrollo de la economía mexicana. Así, pese a que la mayoría de estas pequeñas compañías identifican al seguro como un gasto, lo cierto es que es una herramienta útil para salvaguardar el patrimonio de cada una, ya que, ante una incidencia, las pérdidas pueden suponer un costo de más de 20.000 millones de pesos.
Escasa cultura de prevención
Una de las razones que podrían explicar la reticencia de las pymes mexicanas a la hora de contratar un seguro, es la poca cultura de prevención. Por ello, las aseguradoras del país se han puesto manos a la obra para generar conciencia, ofreciéndoles productos sencillos y con precios asequibles.
En este contexto, Axa Seguros ha lanzado el Planprotege, diseñado especialmente para garantizar la permanencia del negocio ante cualquier imprevisto. Se trata de una póliza que cubre los daños materiales del inmueble, el robo de bienes o la Responsabilidad Civil, entre otros.
Por su parte, otras aseguradoras como AIG o GNP Seguros ofrecen paquetes con diferentes coberturas según sean las necesidades de la empresa.
Determinar el riesgo
En el informe emitido por Axa Seguros se señalan los incendios, las lluvias e inundaciones y los terremotos como los factores capaces de producir mayor daño en los negocios. En esta línea, antes de contratar un seguro, conviene pararse y hacerse dos preguntas: ¿a qué riesgos está expuesta la pyme?, ¿qué se pretende proteger?.
Las aseguradoras ofertan pólizas que cubren los riesgos producidos por una gran variedad de situaciones: fenómenos naturales (terremotos, lluvias, etc), robos, transporte de la mercancía, Responsabilidad Civil o capital humano. Es, por lo tanto, importante considerar esta serie de contingencias a las que se enfrenta cualquier negocio y que pone en riesgo su patrimonio.
Entonces, hay que analizar los productos de las aseguradoras en función del riesgo que cubren, la atención en caso de siniestro o las sumas aseguradas que ofrecen.
En definitiva, contratar un seguro no debe ser visto como un gasto innecesario, sino como una partida más dentro del presupuesto.