El conocimiento y la información que se obtenga de un entorno, mercado o industria será determinante en la toma de decisiones. Cuantos más datos, entonces, posea el emprendedor de sus potenciales clientes, sus competidores, su nicho, etc, más exhaustivo será el análisis de los mismos y, por ende, mejores decisiones se adoptarán. Es lo que se conoce como 'inteligencia de negocios', una herramienta que transforma meros datos en información relevante para llevar a la empresa por el buen camino.

Cuando ya se han definido los objetivos de una empresa, es el momento de definir las estrategias, ya que los resultados dependen directamente de ellas.

Se trata de buscar de forma abierta un plan que implique aprovechar las ventajas competitivas que una empresa pueda tener, para poder así lograr esos objetivos de crecimiento o expansión que todas las empresas tienen. Una estrategia es el mecanismo mediante el cual se coordinan los esfuerzos de todos los elementos de una empresa, tanto recursos materiales como humanos.

Las franquicias son modelos de negocio que ya han sido probados y comprobados en su eficacia y rendimientos que son puestos a disposición de otros para ser explotados, mientras que la innovación busca mantenerse a la vanguardia y encontrar nuevos productos, generar cambio en su industria y busca el movimiento. Estas dos opciones son totalmente opuestas entre sí y sin embargo buscan que el empresario se posicione dentro de su industria.

Aunque las franquicias se han puesto de moda y cada vez se vuelve más común encontrar una para casi todas las necesidades del ser humano, se debe tener en cuenta que las franquicias no funcionan para todos debido a sus características.

Las incubadoras, aceleradoras y lanzaderas juegan un papel fundamental en el despegue de las startups. Son plataformas que, si bien cada una se centra en una fase del negocio, poseen el objetivo común de apoyar los proyectos para que se transformen en empresas viables.