
Inseguridad, falta de experiencia, de conocimientos o de tiempo, miedo a los sobrecostos o a la no confidencialidad son algunas de las razones por las que una idea nunca llega a ver la luz. Se acabaron los 'peros' porque acaba de aterrizar IdeaFoster, la primera materializadora de ideas global, cuyo objetivo es, precisamente ese, transformar las ideas en proyectos reales, tangibles.