
Según la legislación, todos los contribuyentes están obligados a declarar a Hacienda. Sin embargo, la obligatoriedad de presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) desaparece si la renta anual es inferior a 22.000 euros (salvo excepciones como por ejemplo cobrar de más de 2 empleadores). En el caso de los autónomos, la operativa es completamente diferente al resto de los trabajadores asalariados. Conozca sus peculiaridades y otros aspectos relevantes de la campaña de la Declaración de la Renta correspondiente al ejercicio 2013.



