Los departamentos de Recursos Humanos se encuentran en un momento de cambio constante (al igual que el resto de áreas en las organizaciones). La situación económica mundial ha obligado a prescindir de algunas funciones para subcontratarlas, además de optar por ideas alternativas y más creativas para hacer frente a las demandas de los clientes internos y externos.

El valor de las personas para las organizaciones está constatado y por eso los recursos humanos son uno de los activos más importantes (o el más importante) para las empresas. La búsqueda de la satisfacción del empleado y la motivación laboral son dos de los grandes éxitos en las búsquedas en Google porque muchos empresarios ya se han dado cuenta de que en ellos reside el secreto del aumento de productividad.

La creatividad es uno de los aspectos que más se intenta impulsar en un niño y, para ello, el famoso juego de construcciones Lego ha sido siempre un acierto. Lo que quizás no sabían los adultos y, concretamente, los empresarios, es que Lego también es útil para despertar la innovación entre los miembros de un grupo y se posiciona como una poderosa herramienta para expresar ideas y opiniones de una forma sincera y segura. Estamos hablando de la metodología Lego Serious Play, donde las manos son las protagonistas, las creadoras.

En la actualidad, podría parecer superada la perspectiva firmemente instalada en la cultura empresarial según la cual la productividad de una organización está directamente relacionada con el número de horas que los trabajadores están en sus puestos de trabajo. ¿Es así? Diferentes estudios demuestran que no, poniendo en evidencia, además, que en otros países del mundo, como Alemania (motor de la economía europea), se trabajan muchas menos horas (siendo altamente productivos).

En el proceso que transcurre desde el producto al cliente, tradicionalmente se ha considerado que un buen producto era garantía suficiente para conseguir un cliente satisfecho y, por tanto, asegurar la supervivencia de la compañía. Hoy en día, a este ciclo hay que añadirle un nuevo elemento; el empleado. En economías de mercado donde un  servicio al cliente excelente  es casi el único valor diferencial de una empresa, el capital humano es clave.