Las variables críticas de desempeño o Key Performance Indicators son evidencias que facilitan datos acerca del éxito de un proceso o una intervención. El desempeño se refiere al grado en que esta intervención alcanza los resultados esperados.
La toma de decisiones estratégicas supone anticiparse y tomar ventaja respecto a la competencia. Supone establecer (y cumplir) los objetivos estratégicos de la organización, gracias a una planificación, ejecución, evaluación y re-evaluación de las acciones racionales y efectivas.
La complejidad, el nivel de riesgo o el presupuesto pueden marcar la diferencia entre unos tipos de proyectos y otros. El objetivo hacia el que se encaminarán las acciones a tomar durante el plazo, siempre temporal (si no, no se trataría de un proyecto sino de otra cosa), de tiempo de ejecución también puede ayudar a discernir entre unas y otras clases de proyectos.
Es importante recordar que la planificación consiste en el proceso de conceptualizar el futuro de la empresa y la determinación de las formas de lograrlo, estableciendo un enlace con las actividades y responsabilidades individuales para lograr una ejecución óptima.
Cuando ya se han definido los objetivos de una empresa, es el momento de definir las estrategias, ya que los resultados dependen directamente de ellas.
Se trata de buscar de forma abierta un plan que implique aprovechar las ventajas competitivas que una empresa pueda tener, para poder así lograr esos objetivos de crecimiento o expansión que todas las empresas tienen. Una estrategia es el mecanismo mediante el cual se coordinan los esfuerzos de todos los elementos de una empresa, tanto recursos materiales como humanos.